Marie Curie, Premio Nobel de Química 1911. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
La importancia de la Química ante desafíos globales como el cambio climático, y su potencial para generar fuentes de agua potable, alimentos y energía, motivó que la Organización de Naciones Unidas bautizara el 2011 como Año Internacional de esta disciplina científica.
Bajo el lema «Chemistry: our life, our future» (Química: nuestra vida, nuestro futuro), la celebración mundial prevé incrementar la apreciación pública de la especialidad —en ocasiones «absorbida» y eclipsada por otras como la Física y la Biología— y a la vez despertar interés científico en las nuevas generaciones.
Las celebraciones en todo el orbe, que se iniciaron este mes y continuarán durante todo 2011, han sido organizadas por la UNESCO y la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (IUPAC).
Estas harán hincapié en las contribuciones de la disciplina al conocimiento de la humanidad, la protección del medio ambiente y al desarrollo económico de los países, que han sido posibles gracias al incansable esfuerzo de algunos por conocer los misterios de la naturaleza y de la vida misma.
La elección de 2011 como Año Internacional de la Química no fue al azar. La fecha coincide con el centenario de la entrega del Premio Nobel de esta materia a la polaca Marie Curie, por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, y el estudio de su naturaleza.
Además, la celebración servirá para poner de relieve los cien años de la Asociación Internacional de Sociedades de Química, y con ello la necesidad de intensificar aún más la colaboración científica internacional.
Pinceladas de más de una centuria
Desde el pasado siglo, los descubrimientos químicos han visto la luz en la medida en que se ha expandido el horizonte de su campo y se ha profundizado en el origen de sus procesos.
Al respecto el periódico español Hoy publicó recientemente una breve reseña sobre los logros más significativos de esta disciplina desde la pasada centuria, a nombre de Joan Grimalt, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas del Instituto de Química Avanzada de Cataluña, España.
Según el especialista, en el último siglo hubo importantes descubrimientos, empezando por la síntesis del amoniaco, que se obtiene por el método denominado proceso Haber-Bosch.
«La síntesis, realizada a partir del nitrógeno y el hidrógeno, ha sido la puerta para fabricar abonos con los que se hizo posible alimentar una cantidad mucho mayor de seres humanos por metro cuadrado de tierra», argumentó.
Para el investigador español, otro hito determinante de esta disciplina en el desarrollo de nuestra sociedad ha sido el ordenamiento de las bases de la química orgánica, lo que ha permitido la fabricación de la penicilina y muchos otros fármacos imprescindibles.
En otras palabras, el descubrimiento del átomo, su organización y la estructuración de la tabla periódica de los elementos, que próximamente va a ser sujeta a nuevos cambios con la actualización del peso atómico de diez de sus compuestos: hidrógeno, litio, boro, carbono, nitrógeno, oxígeno, silicio, azufre, cloro y talio.
«La Química también ha explicado la teoría de la evolución mediante unas reglas sencillas. Ha sido capaz de describir la generación de toda la enormidad de especies que existen en la naturaleza con una precisión y exactitud que otras ciencias no han conseguido», añadió.
Lauro dividido
El Premio Nobel de Química correspondiente a 2010 resultó compartido entre los científicos Richard F. Heck, de Estados Unidos, y los japoneses Ei-ichi Negishi y Akira Suzuki.
Según informó la Real Academia Sueca de Ciencias en Estocolmo, los investigadores fueron galardonados por el «desarrollo de métodos nuevos y más eficientes para unir entre sí átomos de carbono para sintetizar las moléculas complejas que mejoran la vida diaria del hombre».
Y es que estos investigadores establecieron por separado tres reacciones químicas distintas que emplean catalizadores de paladio a fin de crear enlaces de carbono-carbono.
De esta manera resolvieron un gran problema de la química orgánica, pues el carbono es un elemento estable que no reacciona fácilmente con otros.
Estos estudios permitirán sintetizar moléculas nuevas y más complejas con aplicaciones en campos como la medicina, la agricultura y el sector industrial, e incluso facilitará la creación de componentes electrónicos.
Más razones
El período transcurrido desde inicios de 2010 hasta la actualidad ha estado salpicado de otras prometedoras investigaciones en el campo de la Química, asociadas fundamentalmente al desarrollo de fuentes de energía alternativas y al progreso sostenible de la industria.
La revista Science, por ejemplo, publicó un estudio de la Universidad Emory y el Instituto de Química Molecular de París, Francia, mediante el cual se pretende reproducir de manera artificial la fotosíntesis de las plantas.
El grupo de investigadores ha creado un catalizador que en presencia de luz solar divide el agua en burbujas de hidrógeno y oxígeno. Estos elementos podrían ser utilizados a largo plazo como combustible o para la producción de electricidad.
Otro valor agregado del descubrimiento es que en el proceso químico no habría emisión de gases de efecto invernadero, obteniéndose nuevamente agua como producto final.
Por otra parte, investigadores del Instituto Tecnológico de Massachussets, Estados Unidos, consiguieron almacenar de modo estable el calor del Sol, según indica la revista Amazing.
Se trata nada menos que de una molécula llamada fulvaleno dirutenio, que experimenta una transformación estructural cuando absorbe la luz solar, pasando a un estado de alta energía en el cual puede permanecer por tiempo indefinido.
Según el estudio, basta con agregar una pequeña cantidad de calor o bien usar un catalizador para que la sustancia regrese a su forma original, liberando durante el proceso la energía que había retenido.
Este proceso permitirá producir una batería recargable, capaz de almacenar y liberar repetidamente el calor obtenido de la luz solar u otras fuentes. El hecho de que sus transformaciones sean estables a largo plazo, pero reversibles a voluntad del usuario, constituye otro logro.
La revista Amazing también sacó a la luz la labor de investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, que han dado pasos certeros hacia el perfeccionamiento del potencial terapéutico de algunos fármacos.
Según la publicación, el ingrediente activo en estas medicinas es normalmente una sustancia cuya molécula puede interactuar con una proteína atrofiada que conduce a algún daño o enfermedad en el cuerpo.
Dicha molécula debe tener una forma y configuración especiales, que le permitan unirse a la superficie de la proteína, en lo que se conoce como «puntos activos».
Los métodos anteriores para identificar estas moléculas se habían enfocado hacia la búsqueda de subunidades capaces de adherirse a una sola zona activa a la vez.
Con la nueva investigación se han encontrado estructuras moleculares que se adhieren a múltiples zonas activas de las proteínas, mejorando así la capacidad y velocidad para detener el incorrecto funcionamiento de las mismas.
Celebraciones en Cuba
Cuba también se ha sumado a las celebraciones por el Año Internacional de la Química, y sus actividades comenzaron desde el pasado 13 de enero con la entrega de los premios nacionales de esta disciplina en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.
De manera general, las acciones del país en los próximos meses pretenden estimular fundamentalmente a los jóvenes, amén de que opten mucho más por las carreras del ramo.
Para ello están previstas competencias, encuentros de conocimientos y conferencias divulgativas desde el nivel primario hasta la enseñanza media.
Según expresó a Radio Rebelde Roberto Cao, presidente de la Sociedad Cubana de esta especialidad científica, «también queremos reivindicar la valoración popular de la Química, pues en la sociedad solo se percibe desde dos simples metáforas: “Hay química en la pareja” o “Esta comida tiene mucha química”».
Para el mes de febrero está prevista la emisión de un sello conmemorativo y se realizarán conciertos y otras presentaciones culturales.
Como parte de una iniciativa propia de la Isla, se ha querido dedicar el Año a Félix Varela y a Álvaro Reynoso, dos de los grandes hitos científicos de nuestra historia.
De esta manera Cuba también pondrá por todo lo alto la meritoria labor de sus químicos, quienes han sabido ganarse un escaño importante dentro de la comunidad científica internacional.