Los descubridores del grafeno fueron condecorados con el Premio Nobel de Física 2010, por haber develado un nuevo material que se prevé revolucionará la industria informática, al ser una sustancia resistente, elástica, dotada de la mayor conductividad eléctrica y térmica que existe y cuyo cristal tiene de grosor el tamaño de un átomo. Los investigadores de origen ruso Andréi Geim y Konstantín Novosélov explicaron que el grafeno es prácticamente transparente y tan denso que ni siquiera el helio, cuyo átomo es el más pequeño que existe, puede atravesarlo, y se prevé que sustituya al silicio en la fabricación de semiconductores.