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Este primero de septiembre vence el plazo de ajuste de personal en la embajada de EE. UU. en Rusia. Autor: Sputnik Publicado: 21/09/2017 | 07:04 pm
MOSCÚ, agosto 30.— Por orden del Kremlin, casi dos tercios del personal de las representaciones diplomáticas estadounidenses en Rusia tendrá que haber abandonado el país antes del viernes, una muestra del deterioro de las relaciones entre ambos países, pese a que la llegada de Donald Trump al poder suscitó esperanzas de un posible acercamiento que pronto se desvanecieron.
La drástica reducción de 755 diplomáticos y empleados, rusos o norteamericanos, de la embajada y de los consulados estadounidenses fue decidida a finales de julio por el presidente Vladimir Putin en respuesta a las nuevas sanciones de Washington, que acusó a Moscú de interferir en las elecciones del país norteamericano en 2016.
AFP recuerda que el líder ruso limitó la presencia diplomática estadounidense a 455 personas, las mismas que tiene Rusia en Estados Unidos. «Hemos aguardado demasiado tiempo, esperando que la situación quizá pudiera cambiar a mejor», dijo entonces Putin. «Pero parece que, en caso de que cambie, eso no ocurrirá pronto», añadió.
A fines de julio, Trump, acorralado e incómodo, firmó el texto «muy imperfecto» del Congreso de su país para las nuevas sanciones a Rusia y recibió críticas de Moscú y de la Unión Europea. «Nuestras relaciones con Rusia están en el nivel histórico más bajo, y muy peligroso», admitió el jefe de la Casa Blanca.
Diez meses después de la elección de Trump, los días en que él y Putin se elogiaban y esperaban restaurar la confianza entre las dos potencias rivales parecen muy lejanos.
«Podría haber existido un idilio Trump-Putin. Las esperanzas existían hasta la adopción de las últimas sanciones, pero los rusos llegaron a la conclusión de que Trump no es de fiar», explicó el analista político Andrei Kolesnikov, del Centro Carnegie.
Las relaciones entre Moscú y Washington no son ahora mejores que las que había en tiempos de Barack Obama, quien expulsó a 35 diplomáticos rusos y a sus familias a finales de 2016, aunque en aquella ocasión no hubo reciprocidad de parte del Kremlin, refiere AFP.
La controversia se torna infinita. Ahora, en respuesta a la respuesta de Moscú, Washington aprobó la suspensión temporal de la concesión de visados para EE. UU. en Rusia.
«La guerra de las sanciones y de las contrasanciones ha tomado un nuevo impulso», consideró Kolesnikov, quien sostiene que en Moscú «ya nadie presta atención a Trump. Solo queda la batalla entre las autoridades rusas y el “establishment” estadounidense».
