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Canciller ruso Serguei Lavrov. Autor: Telesur Publicado: 21/09/2017 | 05:46 pm
El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, afirmó este lunes que su país brindará toda la ayuda militar posible a Siria e Iraq para combatir al Estado Islámico (EI).
«Estamos prestando una sustancial ayuda militar y de otro tipo para el refuerzo del potencial antiterrorista de Iraq, Siria y de otros países de la región que se encuentran en primera línea en la lucha contra el Estado Islámico y otros grupos», manifestó el ministro ruso a la agencia Itar-Tass.
Durante la conferencia de Paz y Seguridad que se lleva a cabo en París, Lavrov afirmó que Rusia tiene razones y medios para unirse a la causa común contra el EI que, según dijo, intenta imponer a los musulmanes intolerancia hacia otras confesiones y hacia el mundo exterior que contradiga los verdaderos valores del islam.
«Los comandantes del Estado Islámico no deben hacerse ninguna ilusión: no representan el islam y nunca se les permitirá crear un Estado propio», insistió el jefe de la diplomacia rusa.
Asimismo, afirmó en que «Bagdad y Damasco son aliados naturales en la lucha contra el Estado Islámico. En Irak y en Siria el enemigo es el mismo y aquí no puede haber lugar para dobles raseros».
Mientras, el mandatario francés Francois Hollande subrayó este lunes que la lucha contra el Estado Islámico requiere una respuesta «que debe proceder de los propios iraquíes» y que demanda también la unidad y el apoyo de la comunidad internacional.
En la apertura de la Conferencia de París, destinada a coordinar las acciones contra el Estado Islámico (EI), el presidente de Francia, Francois Hollande, señaló que la respuesta debe ser primero humanitaria y luego política.
«Hay que apoyar a los que pueden negociar y hacer los compromisos necesarios para el futuro de Siria. Para Francia, estos son las fuerzas de la oposición democrática», apuntó el mandatario francés.
En la referida Conferencia, el presidente iraquí, Fuad Masum, afirmó que la actuación que ha desplegado el EI ha obligado a superar «el pensamiento estratégico habitual al que Al Qaeda» les «había acostumbrado», y a «desplegar más esfuerzos» para evitar que tengan santuarios y cortar sus fuentes financieras.
