Mercabal: un mercado para adquirir decencia

«Lo mejor de este mercado es que nos da la opción de adquirir legalmente las materias primas, porque a nadie que sea decente le gustan las ilegalidades», dijo aliviado el joven Lenier Fano Torres, quien regenta una panadería-dulcería en San Miguel del Padrón, desde hace dos años.

Él adquiría sus víveres, hasta hace muy poco, en las tiendas recaudadoras de divisa, sin ningún descuento; causando el consabido perjuicio de llevarse grandes cantidades, cuando podía, dejando a muchos sin sus provisiones. Pareciendo un acaparador sin piedad.

Lenier Fano Torres valora la iniciativa de un mercado como este, para ventas mayoristas. Foto: Abel Rojas Barallobre

El 30 de julio último, Lenier estuvo entre los que madrugaron para inaugurar con sus compras la Unidad Básica 306 Mercabal, el mercado mayorista dedicado al reaprovisionamiento para la gastronomía del sector no estatal, ubicado en 26 y 35, en el municipio capitalino de Plaza de la Revolución.

«Este sitio descongestiona a otros minoristas y favorece la concreción de iniciativas del sector cuentapropista, que en ocasiones se malogran por no tener al alcance las materias primas», afirmó.

Este pequeño propietario desarrolla un proyecto con el apoyo del Gobierno municipal de San Miguel del Padrón. Elabora pan de moringa, de cuya calidad pueden dar fe en el hogar materno y el sistema de atención a la familia, en ese municipio, donde lo ofrece gratuitamente.

«Lo hemos dado a conocer en diferentes ferias expositivas, pero necesitamos donde adquirir harinas integrales. Incluso que alguna empresa pueda facilitarnos un punto de venta para que nuestro producto se conozca», señaló.

Lo único que restaba éxito en la apertura de Mercabal a nuestra llegada era que los clientes, que hacían larga cola, no tenían donde sentarse. Tres carpas para guarecerse y algunos asientos no eran suficientes, al menos en esa jornada. También se sentía la ausencia de un parqueo en un área que por su ubicación en la ciudad lo requería.

«Las multas llueven porque no hay donde parquear», nos comentó Nelson Montes de Oca Ortega, cuando nos vio haciendo malabares para colocar el auto de Juventud Rebelde. Y es que este recinto comercial no está enclavado en una arteria anodina, sino justamente en 26 y 35, en el municipio de Plaza de la Revolución, una vía muy transitada.

Puertas adentro

Luis Hernández Bruzón, director de Mercabal, nos recibió solícito. No hubo que darle muchas explicaciones para que nos atendiera, aun cuando nos aparecimos al lugar sin previo aviso. Domina todo tipo de dato y su fluidez es tanta que asombra. Al instante él mismo devela la magia de tanta desenvoltura: la Ministra de Comercio Interior no le «quita el dedo al lugar». Casi todos los días supervisa su desempeño in situ. Y eso tiene su efecto milagroso.

Luis Hernández Bruzón, director de Mercabal. Foto: Abel Rojas Barallobre

Hernández Bruzón explicó que este mercado surgió desde el 16 de marzo de 2018, pero entonces solo beneficiaba a las Cooperativas no Agropecuarias que atienden la gastronomía. Más adelante se sumaron como clientes los arrendados —una figura nueva que surgió—: 150 en total recibían aquí cigarro, tabaco y ron.

Fue a partir de diciembre del pasado año cuando se empezó el estudio de ir sumándonos a todos los trabajadores por cuenta propia de la provincia. Se hizo una prueba piloto con el Barrio Chino y con el municipio Plaza de la Revolución.

Refirió que a raíz de esta experiencia que duró seis meses, por indicación de la Ministra de Comercio Interior se decide extender el servicio a toda la provincia en cuatro actividades fundamentales: cafetería, restaurante, bar y recreación, y panadería-dulcería.

«Ahora a quienes ejercen esas actividades les estamos haciendo los contratos. Hasta el 30 de julio sobrepasábamos los 350 convenios, para de ese modo sumar aproximadamente 8 400 clientes. Antes solo dábamos ese servicio a 79 cooperativas y 50 trabajadores por cuenta propia», apuntó.

En cuanto a la atención al público aseguró que cuentan con dos abogados para realizar los contratos, pero la proforma, que es la antesala de la firmeza del contrato, es un trabajo de mucha explicación al cliente para que no haya errores que aletarguen el proceso. No obstante, la aprobación de este contrato corre a cargo del Director de la Empresa de Cigarros, Tabaco y Fósforo y Alimentación Social, que es quien tiene facultades jurídicas para firmarlo.

Comentó que en los primeros días de ejercicio del nuevo encargo social notaron que necesitaban una mayor agilización en el proceso de facturación, y agregaron una tercera facturadora, gracias a lo cual se atienden a 50 o 60 clientes diariamente.

Lo necesario de las ventas mayoristas hizo este mercado de gran preferencia muy rápidamente. Foto: Abel Rojas Barallobre

Puntualizó, además, que tras firmarse el contrato los clientes pasan automáticamente al sistema y tienen derecho de inmediato a comprar. La adquisición de los productos está en correspondencia con lo estipulado en el contrato que se rige por la actividad que desempeña el cliente. El convenio especifica que estos suministros se asegurarán de acuerdo con la situación económica que tenga el país. Por eso, en el mismo no se fijan cantidades exactas para cada compra.

El Director aclaró que en el servicio de transportación hay dos modalidades contempladas en el contrato: una aprueba que el trabajador por cuenta propia traiga su medio para acarrear la mercancía, y la otra la asume la entidad que dispuso cuatro camionetas que prestan este servicio. Para acceder a este beneficio, el cliente lo solicita en el momento de la compra, según Hernández Bruzón.

Rebajas por grandes compras son uno de los incentivos de buscar productos en este sitio. Foto: Abel Rojas Barallobre

Anunció, también, que se está trabajado en la pasarela on-line para en un futuro no lejano brindar los servicios de esta entidad de manera electrónica. Y, que se realizan negociaciones de algunas producciones con el Ministerio de la Industria Alimentaria para aumentar la cartera de productos, que hasta ahora la engrosan cerca de una veintena de ofertas, entre estos los víveres secos como el arroz, granos, azúcar, sal; y la harina de trigo que es uno de los productos más demandado, pues casi todas las actividades la requieren.

«Lo más importantes es que cuando logremos garantizar más del 70 por ciento de las materias primas que los trabajadores por cuenta propia necesitan, esto puede convertirse en un regulador de los precios y de eso modo repercutir favorablemente en la población», afirmó.

—¿Con qué criterio se formaron los precios establecidos?

—Hay una resolución del Ministerio de Finanzas y Precios que establece considerar el precio minorista y restarle el 20 por ciento a cada producto que facturamos.

—¿Cómo evitar ser parte de una cadena delictiva, que en el caso de ustedes puede prestarse para trasvasar mercancías al mercado subterráneo?

—Lo primero para evitar eso es que estemos comprometidos con lo que hacemos, pero además tenemos los mecanismos establecidos para el control interno. Garantizamos el cuadre diario de todo nuestro sistema financiero y contable. Control y transparencia son herramientas que ayudan a que no se den hechos delictivos, pero de ocurrir alguno lo esclarecemos tomaremos las medidas pertinentes para no reincidir.

Documentos para el contrato

El Director de Mercabal especificó que para hacer el contrato hay que presentar los siguientes documentos: los carnés de identidad, de la ONAT y de trabajador por cuenta propia; el contrato de creación de la cuenta bancaria —en este caso se paga por tarjeta magnética que opere en CUP—, así como un documento que emite el banco donde se garantiza que el cliente no tiene deudas pendientes.