Aunque a simple vista todavía parecen escuelas, las aulas fueron convertidas en viviendas. Autor: Glenda Boza Ibarra Publicado: 21/09/2017 | 05:47 pm
ABREUS, Cienfuegos.— Más de 170 familias recibieron sus casas en las comunidades agrícolas de Juraguá y Horquita, donde dos escuelas fueron convertidas en viviendas para impulsar el desarrollo de la agricultura en el territorio.
Con una inversión que sobrepasa los siete millones de pesos, las obras constructivas estuvieron a cargo del Ministerio de la Agricultura y del Grupo Empresarial de la Construcción de Cuba.
Camilo Hernández Rosa, jefe de la labor en el otrora centro escolar Alejandro González Brito, indicó que para la realización de los hogares (con más de dos cuartos cada uno) adaptaron la estructura original y rehicieron las instalaciones hidráulicas y sanitarias.
«Fueron dos años de esfuerzo, pero estamos satisfechos con los resultados, sobre todo por el bienestar de las 96 familias que se mudarán para acá».
En el caso de la escuela Gustavo Machín, se realizaron 78 viviendas, las que ya fueron entregadas también a sus dueños, quienes las acondicionan para la mudanza.
La maestra Tania Rivero González comentó que ahora sus hijos tendrán mejores condiciones para crecer, pues anteriormente ella vivía «agregada» con sus padres.
La nueva casa, entregada a su esposo, constituye un anhelo desde hace tiempo, aunque nunca imaginó que tras varios años de estudiar en el antiguo preuniversitario, volvería allí para vivir en una de sus aulas convertida en apartamento.
Estas obras permiten mejores condiciones de vida a los pobladores del asentamiento, quienes cultivarán unas mil hectáreas para producir alimentos, fundamentalmente granos.
Las comunidades cuentan además con escuela primaria, consultorio del médico y enfermera de la familia, bodega e instalaciones de comercio y gastronomía.
En otros territorios del país también se desarrolla esta experiencia que no solo beneficia a los moradores de las nuevas casas sino que, además, los acerca a la tierra.