BAYAMO, Granma.— Un instrumento médico creado por un equipo de doctores de esta provincia permitirá a galenos y pacientes predecir, mediante un cálculo sencillo, los riesgos de contraer la cardiopatía hipertensiva, una de las afecciones cardiovasculares con mayor incidencia en la población cubana.
La técnica, conocida como índice o escala, tiene una fidelidad predictiva por encima del 95 por ciento y sus resultados se pueden conocer de inmediato utilizando el programa de computación Microsoft Excel o su similar Gnumeric, en Linux.
Su génesis se debe a la tesis doctoral en Ciencias Médicas del doctor Alexis Álvarez Aliaga, especialista en segundo grado de Medicina Interna en el hospital provincial Carlos Manuel de Céspedes y a la vez líder del proyecto, quien explicó a JR que aunque existen índices para medir el riesgo global de las cardiopatías este es el primero de su tipo creado en el país y presumiblemente a nivel internacional.
«El modo de aplicarlo es sencillo, pues a cada paciente se le da una puntuación asociada a la hipertensión y otros factores que inciden en esta, como la obesidad, el colesterol y la glicemia, y esos valores personales se introducen, junto a cifras que se consideran patológicas, en el programa Microsoft Excel, el cual se encarga de realizar el cálculo», explicó el doctor Álvarez.
«De esta manera, en pocos minutos, médico y paciente pueden saber de forma anticipada si este último corre riesgo o no de desarrollar la enfermedad; se puede clasificar el riesgo en correspondencia con la puntuación como bajo, medio o muy alto y a partir de este resultado se pueden tomar medidas preventivas o actuar sobre los factores de mayor importancia», precisó.
Hasta la fecha, en la puesta en práctica del índice han intervenido más de 10 000 pacientes de este territorio; de ellos 5 400 lo hicieron inicialmente para la validación del estudio y al resto se le ha aplicado en la atención primaria de salud y en una consulta especializada de hipertensión que radica en el hospital provincial.
«La idea era que la investigación no solo sirviera como resultado científico y teórico, sino que se convirtiera en una herramienta práctica adaptable a cualquier persona», confirmó el doctor Álvarez, quien espera que la experiencia se extienda al resto del país con el objetivo no solo de reducir las posibilidades de padecer la patología, sino también de disminuir el consumo de medicamentos y la mortalidad a causa de esta afección.