Osvaldo Martínez, presidente de la comisión de Asuntos Económicos, interviene durante sesión plenaria del X Período Ordinario de Sesiones de la Séptima Legislatura de la Asamblea Nacional. Autor: Juan Moreno Publicado: 21/09/2017 | 05:28 pm
General de Ejército Raúl Castro Ruz,
Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.
Compañero Ricardo Alarcón de Quesada,
Presidente de la Asamblea Nacional.
Compañeros y compañeras diputados:
El año 2012 ha significado pasos de avance en el desempeño de la economía, en la actualización de nuestro modelo económico y en la aplicación de los acuerdos del VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, a pesar del entorno económico internacional desfavorable caracterizado por el quinto año consecutivo de despliegue de la crisis económica global, que ya adquiere un carácter crónico.
Esta crisis obliga a nuestra economía a enfrentar al mismo tiempo el embate de la guerra económica que lejos de atenuarse, continúa con plena intensidad, lidiar con la cambiante coyuntura inmediata caracterizada por movimientos incontrolables de los precios, especialmente de los alimentos, por variaciones en las tasas de cambio y por la incertidumbre que genera esta crisis, y simultáneamente, avanzar con energía en el diseño, debate y aplicación de transformaciones en política económica y en la mentalidad de todos con el objetivo de hacer eficiente y sostenible la economía cubana.
Es en ese contexto, en el que es necesario evaluar el crecimiento del Producto Interno Bruto de 3,1%, que es algo inferior al 3,4% planificado —lo cual subraya la necesidad de planificar con mayor rigor—, y aunque lo logrado no alcanza nuestras expectativas, se corresponde con la evolución económica de América Latina y el Caribe, la cual tendrá un crecimiento este año similar al nuestro, aunque ningún otro país soporta el bloqueo económico aplicado a nosotros.
En el desempeño alcanzado en el 2012 destacan un nivel estable en la actividad de los servicios sociales básicos, sin afectar la calidad de su prestación, al tiempo que crece un 4,5% el resto de la economía, lo que pone de manifiesto la reorientación de los recursos del país para asegurar el avance prioritario de la esfera productiva. Esto se manifiesta, entre otros sectores, en un crecimiento del 2% en la agricultura, un 4,4% en la industria manufacturera, un 5% en transporte y comunicaciones y un 5,9% en el comercio.
Por otra parte, si bien las construcciones se incrementan un 12,4%, este sector incumple lo previsto un 13%, lo cual explica en buena medida que no se alcance globalmente el crecimiento planificado y que las inversiones se incumplan un 19%.
Este desempeño negativo pone de manifiesto la debilidad en el proceso inversionista, lo que requerirá una atención priorizada para asegurar el cambio estructural de la economía cubana que tribute adecuadamente a nuestro desarrollo en el tiempo previsto y en la magnitud adecuada.
En términos más específicos, de los 480 niveles de actividad que se controlan centralmente, se incumplen 196 para un 40,8% y en esos incumplimientos continúa reflejándose claramente la mala contratación, particularmente en renglones básicos como la leche y los frijoles; los errores en la planificación; la falta de previsión de los recursos necesarios para mantenimiento y reposición de equipos en sectores como la industria y el transporte; indisciplina y desorganización, a lo que se añade la descapitalización sufrida durante el período especial, que no puede remontarse completamente a corto plazo.
No obstante, algunas producciones de gran importancia como el petróleo y el gas, así como el níquel se mantienen en niveles similares al pasado año, al tiempo que la producción de azúcar crece más de un 20% gozando de buenos precios en el mercado internacional.
Como se ha señalado recientemente por el General de Ejército Raúl Castro cada uno de esos incumplimientos en los niveles de actividad previstos, repercute en recursos que adicionalmente el país tiene que erogar y que obligaron a una compra adicional de 38,3 millones de dólares en alimentos, por solo mencionar ese ejemplo.
En el sensible tema de la balanza comercial, el país incumplió las exportaciones previstas un 2,2% y disminuyó las importaciones un 2,7%. En este sentido vale la pena recordar que —aunque se lograron algunos precios inferiores a lo planificado— fue preciso dedicar 1633,7 millones de dólares para importar alimentos este año.
Por su parte, el turismo se prevé que llegue a 2 millones 874 mil visitantes, con ingresos brutos cercanos a dos mil millones de dólares.
En los indicadores globales de eficiencia, se logra un crecimiento de la productividad del trabajo del 2,1%, en tanto que el salario medio alcanza 465 pesos, para un aumento del 2,2% cifra similar al crecimiento en la eficiencia productiva. Igualmente mejora la intensidad energética un 1%.
En términos del empleo el mismo crece en el sector no estatal y se reduce en el sector estatal, en concordancia con la política prevista y el nivel de desempleo es de 3,8%.
En esas complejas condiciones se ejecutó el Presupuesto del Estado para el año 2012, sobre el cual contamos ahora con los estimados de su ejecución.
El déficit previsto de 3,8% respecto al Producto Interno Bruto indica que se cumple lo aprobado por esta Asamblea en diciembre del 2011.
Los ingresos netos se comportaron al 102% por sobrecumpilmiento en la exportación de servicios, el impuesto sobre utilidades y el crecimiento en la Contribución a la Seguridad Social, en tanto que los gastos totales alcanzaron el 102% de ejecución. No obstante, esto no implicó sobrepasar el límite fijado para el déficit presupuestario en la Ley, por haberse incorporado en ellos el sobrecumplimiento de los ingresos y creado así un recurso financiero adicional que ha permitido enfrentar daños ocasionados por el huracán Sandy, la amortización de deudas del Fondo Rotatorio para pagos a productores agropecuarios, continuar capitalizando el sistema empresarial y enfrentar compromisos con el sistema bancario.
Es evidente que en el 2012 mejoró en cierto grado la disciplina y el rigor en cuanto a la ejecución y el manejo del Presupuesto. No obstante su ejecución sigue presentando indisciplinas y errores que se muestran en las auditorías realizadas.
Es evidente que la batalla por la inviolabilidad y la exactitud de planes y presupuestos tiene mucho por conquistar aún.
El plan 2013 se ha elaborado sobre la base de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución y en él destaca un mayor equilibrio monetario-financiero, la concentración de un conjunto significativo de importaciones y la extensión del mercado mayorista.
Se prevé alcanzar un crecimiento del Producto Interno Bruto del 3,7%, cifra cercana al promedio previsto para América Latina y el Caribe.
En este crecimiento se mantendrá un nivel de actividad similar para los servicios sociales, en tanto que el resto de la economía debe crecer un 5,4%. Entre los crecimientos más significativos se espera un incremento del 4,5% en la agricultura, un 4,7% en la industria manufacturera y dentro de ella una zafra superior en un 21,7% en relación al 2012.
Las inversiones deben aumentar un 34%, de ello un 79% en la esfera productiva. Este crecimiento se apoya en un incremento del nuevo valor creado en el sector de la construcción de un 20,8%.
En términos financieros el plan dispondrá de las divisas indispensables para su ejecución, aún cuando se incrementarán los precios de los alimentos y se reducirán algunas exportaciones tomando en cuenta la contracción de la demanda externa. No obstante, se espera que los turistas aumenten un 8,5% y los ingresos brutos del sector un 12,5%.
Los indicadores de eficiencia prevén un aumento del 2,6% en la productividad del trabajo, cifra superior al aumento del salario medio; se reducirá la densidad energética un 4,6% y mejora la eficiencia del combustible empleado en la transportación de carga.
En términos de empleo, continuará el crecimiento del sector no estatal y la cifra de desempleo previsible se mantiene en rangos aceptables de acuerdo a la proyección existente.
Por su parte el Presupuesto del Estado prevé un déficit equivalente al 3,6% en relación al Producto Interno Bruto.
El próximo año entrará en funcionamiento la Ley Tributaria aprobada por la Asamblea el pasado mes de julio, lo que perfeccionará la aplicación de la política fiscal en el manejo de la economía.
Tal y como estaba previsto, la Ley se aplicará de manera flexible cada año. Esto se aprecia —por ejemplo— en la exoneración del Impuesto sobre Ingresos Personales a los productores agropecuarios individuales, la disminución del tipo impositivo del Impuesto por la Utilización de la Fuerza de Trabajo, y la exoneración del Impuesto sobre Utilidades a las Cooperativas de Créditos y Servicios, así como a las UBPC, CPA no cañeras, fijándose un aporte mínimo del 5% sobre las ventas a estas últimas.
También vale la pena subrayar la importancia de la sustitución del Impuesto de Circulación por el Impuesto sobre las Ventas para un conjunto de productos, lo cual ofrecerá la posibilidad de influir positivamente sobre la relación de cobros y pagos al gravar el producto en el momento de su realización.
En general, no se aplicarán en el 2013 un total de 9 diferentes tributos en aplicación del principio de gradualidad, incluyendo entre ellos el Impuesto sobre Ingresos Personales referido a los salarios, así como el Impuesto sobre la Propiedad en el caso de las viviendas.
Los ingresos previstos crecen un 1,8% respecto al año actual y los gastos se incrementarán un 2%.
En relación a los gastos a asumir por el Presupuesto, cabe destacar que las erogaciones por los estragos causados por el huracán Sandy, todavía no totalmente cuantificados, serán enfrentadas con gastos no ejecutados en el 2012, por lo que no se incluyen en el Presupuesto del próximo año.
También se destaca que el Presupuesto de la Seguridad Social beneficiará a un millón 700 mil pensionados, manteniéndose el aporte del Estado al mismo del 43% de los recursos como subvención. Igualmente se destinarán 815 millones de pesos para subsidiar a personas de bajos ingresos que construyen o reparan sus viviendas, incrementándose en 323 millones esta partida en relación al 2012.
Los gastos del sector presupuestado aseguran con mayor racionalidad la educación escolar a un millón 864 mil 100 estudiantes en los niveles preescolar, primario y medio, así como a 233 mil 300 en la enseñanza superior. También se asegura el funcionamiento de 152 hospitales, 452 poficlínicos y 11 mil 504 consultorios médicos.
Por último, cabe destacar de una parte, la reducción prevista de subsidio por pérdidas empresariales, que debe disminuir casi un 38%. De otra parte, se dispondrá por el Gobierno de 532 millones de un Fondo de Desarrollo para estimular actividades del sector productivo y de servicios.
El plan y el Presupuesto deberán ser debatidos en cada centro de trabajo en un proceso esencial para que los trabajadores conozcan y compartan lo específico de su centro y asuman el incremento de la productividad, el ahorro, la disciplina laboral y el desarrollo de la innovación tecnológica como principios rectores de su actuación diaria.
Tomando en cuenta que se aprecia cómo el déficit del Presupuesto resulta inferior al del año actual y se enmarca dentro de una política de mayor racionalidad y eficiencia en el uso de los recursos financieros del Estado y que tanto el plan como el Presupuesto responden a los Lineamientos de la Política Económica y Social del País, la Comisión de Asuntos Económicos recomienda a la Asamblea Nacional la aprobación de las propuestas del Plan de la Economía Nacional y del proyecto de Presupuesto del Estado para el año 2013, considerando su estricto cumplimiento como un significativo paso de avance en la transformación gradual de nuestro modelo económico.
La Habana, 11 de diciembre de 2012.