En Guantánamo se acogió con satisfacción la Resolución 392 de 2009, que autoriza el expendio de forma liberada y en moneda nacional de varios materiales de construcción. Autor: Lisván Lescaille Durand Publicado: 21/09/2017 | 04:58 pm
Varios miles de núcleos familiares cubanos pudieron acceder a nuevos hogares durante el año anterior, cuando se concluyeron 34 014 unidades, según la más reciente actualización del Instituto Nacional de la Vivienda.
Así lo recoge la publicación Vivienda. Indicadores seleccionados. Enero-diciembre 2010, edición febrero de 2011, de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
Casa a casa, fueron menos que en 2009, mas la actividad pudo escalar en un 6,3 por ciento lo planificado para este año.
«Con el esfuerzo propio de la población se concluyen 11 546 viviendas, para un 158,8 por ciento del plan anual» para este sector, explica el informe de la Dirección de Industria y Medio Ambiente de la ONE, disponible en su sitio digital www.one.cu.
Mientras, el sector estatal no llegó a la meta fijada. Cayó 7,5 por ciento respecto al plan. Y el cooperativo estuvo peor: apenas rebasó la mitad de las casas nuevas previstas.
Resumen: el crecimiento en este vital sector, uno de los que más golpea a nuestra población, cayó sobre las espaldas de los particulares... Pero bueno, eso está bien también.
Ayudaron mucho las políticas implementadas durante el año anterior, cuando se liberó la venta de un grupo de materiales de la construcción por medio de los rastros, que pasaron a ser administrados por el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN).
Por la libre
No todo fue miel sobre hojuelas. Hubo inestabilidad; bloques que llegaban y no alcanzaban; bloques que estaban y no se transportaban y más, en la estrategia de venta, liberada y sin subsidio, de materiales de la construcción en establecimientos que pasaron al MINCIN.
Lo señaló el ministro de Economía y Planificación Marino Murillo, el pasado 15 de diciembre, durante la presentación al Parlamento de los Resultados económicos del año 2010 y propuesta de plan para el 2011.
Hubo que corregir el tiro. Para este año las cosas han de andar mejor, dijo el titular. Ahora —señaló— todo «eso está perfectamente ordenado y conciliado con los organismos en el plan y hasta dónde llega la responsabilidad de cada cual»... Eso «lo hemos dejado para el año que viene (este) perfectamente definido», agregó más adelante.
Seguro es así. Y también es seguro que habrá problemas. Es un sistema complejo. Es inevitable. Es la lógica de estos procesos.
Para este año está previsto vender a la población materiales de construcción equivalentes a 1 520 millones de pesos. Esta medida ha sido muy bien aceptada.
Es verdad que hay precios «duros», y más se endurecen cuando debe pagarse para llevarlo a casa, lo que a veces cuesta lo mismo —o más— que lo que se transporta. Es una asignatura pendiente.
No se resolverá en breve. Tenemos que ser realistas. Pero que vengan los materiales, que los están esperando.
Por otro lado, este año el país comenzará a implementar una política en esta área que beneficiará a las familias de menos ingresos enrumbadas en la solución propia de sus problemas de vivienda. Ahora en vez de recibir materiales subsidiados, accederán a algún dinero para comprarlos, como explicó el ministro de Economía y Planificación en la Asamblea Nacional (ver «Resultados económicos del año 2010 y propuesta de plan para el 2011. Actualización de la política tributaria», en periódico Granma, 16 de diciembre de 2010).
La familia y el país
El año 2011 comenzó con un fondo constructivo de 71 812 viviendas. Es decir, edificaciones en algún estado de inversión. 20 538 estaban en etapa de cimentación; 24 624 en montaje; y 26 650 en fase de terminación, señala la publicación de la ONE.
Más allá de esos números y el curso que sigan estas, para este año está previsto concluir 43 000 viviendas.
La cifra quedó refrendada en el Acuerdo No. VII–56 de la Asamblea Nacional del Poder Popular, concertado en la sesión del 18 de diciembre último, cuando los legisladores aprobaron por unanimidad el Plan de la Economía para el año 2011.
Disponible en la Gaceta Oficial No.041 Extraordinaria del 31 de diciembre de 2010 —colocada días atrás en el sitio digital www.gacetaoficial.cu—, el documento revela que al crecimiento del Producto Interno Bruto previsto (3,1 por ciento) contribuirá «significativamente la actividad de construcción que crece un 25,4 por ciento, como resultado del proceso inversionista planteado».
La disponibilidad de vivienda es uno de los problemas más agudos de la población cubana. Este año todavía no se podrá remontar la curva declinante que empezó a verificarse en la construcción de viviendas desde 2006, sin embargo, debe ponerse freno a la caída.
En la estructura del plan de inversiones en sí para este año (25,9 por ciento, la construcción es una parte de él) un 29,8 por ciento corresponde a obras sociales, incluyendo la terminación de las viviendas referidas. O sea, estamos ante una actividad de relevancia y prioridad en el desarrollo de la nación, tanto como beneficio familiar y social, como global.