Yoerkis Sánchez Cuéllar. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 05:01 pm
1-
De la ONU retornaba
el Comandante aquel día
y una fuerte algarabía
en las calles se observaba.
Mientras el pueblo escuchaba
al héroe firme y gallardo
cada palabra era un dardo
de luz, verdad y humanismo.
Por eso el imperialismo
mandó a poner un petardo.
2-
Pero el petardito aquel
no provocó ningún susto,
y hasta podría ser justo
darle las gracias a él
porque al oírlo, Fidel
tuvo una nueva razón
para, desde ese balcón,
fundar, ante tanta ofensa,
los Comités de Defensa
de nuestra Revolución.
3-
Cinco décadas más tarde,
los cederistas venimos
al lugar donde nacimos,
donde fracasó el cobarde,
Donde en cada joven arde
La misma pasión aquella
Que fue dejando una huella
Contra el odio del verdugo
Porque rompimos el yugo
Para ponernos la estrella.
4-
Cincuenta años ¡qué obra
tan genuina nos alumbra
cuando la patria se encumbra
frente a cualquier maniobra!
En este acto que cobra
dimensiones altruistas
faltan cinco cederistas
que desde el suelo norteño
protegían nuestro sueño
de elementos terroristas.
5-
Los jefes de esa comarca
deben estar intranquilos
porque saben que los hilos
del terrorismo los marca,
Francisco Chávez Abarca
muchas historias revela
como alumno de la escuela
de Luis Posada Carriles,
quien hace planes hostiles
contra Cuba y Venezuela.
6-
Aunque le llamen “derrota”
a un triunfo lleno de luz,
aunque pongan en la cruz
al héroe digno y patriota.
Aunque manden una flota
con sus marines y naves,
aunque dominen las claves
de la subversión más cruel,
no han podido con Fidel,
ni podrán con Hugo Chávez.
7-
Cederistas, cuando el mundo
está al borde de una guerra,
pidamos paz en la Tierra
sin desmayar un segundo.
Solo el sentir más profundo
puede hacer que ese Gobierno
nos aleje de un invierno
tan frío y espeluznante
que supera lo que Dante
representara en su Infierno.
8-
Cinco décadas después
regresamos a esta plaza,
y Cuba entera se abraza
en sus dignos comités.
Si nuestra batalla es
una batalla sin cierre,
cuando el imperio se entierre,
más enérgicos y enteros
entre sus sepultureros
estarán los CDR.