NUEVA GERONA.— A más de 30 días del paso de Gustav, el huracán categoría IV de la escala Saffir-Simpson que afectó la totalidad de la economía y los servicios en la Isla de la Juventud, el territorio muestra un rostro diferente.
Uno de los síntomas más palpables es el reverdecer de los campos, el paulatino crecimiento de las hojas de los árboles, el ir y venir de camiones cargados de recursos para los damnificados, la limpieza de calles y comunidades, la reanimación de los servicios, y sobre todo la disposición popular de reconstruir una isla nueva y más bonita.
Para lograr ese propósito, Ana Isa Delgado Jardines, presidenta del Consejo de Defensa Municipal, durante la visita a suelo pinero de José Ramón Machado Ventura, primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros, manifestó que la única manera de recuperarse es con trabajo, incorporando cada vez un número superior de personas a las labores de reconstrucción de viviendas y la producción de alimento.
Precisó que a pesar de los atrasos debidos a la lluvia, los trabajadores de la agricultura y del sector campesino del territorio están comprometidos y listos para dar la respuesta que se está solicitando y se prevé sembrar unas 220 caballerías de cultivos varios que incluyen boniato, yuca, malanga y maíz, además de los productos de la campaña de frío que comienza.
Durante el recorrido por la Isla de la Juventud, Machado Ventura encontró a los jóvenes de la Brigada Aniversario 50 de la Revolución en plena siembra de boniatos, y en medio del surco departió con ellos sobre la importancia de aprovechar el tiempo y hacerlo con eficiencia para lograr rendimientos superiores.
«La responsabilidad de salir adelante es de nosotros», puntualizó, al tiempo que se interesó por la calidad de vida de los muchachos y conversó con Elizabeta Pavón Santiesteban, vecina de Guanabacoa y contadora de la refinería Ñico López, y la también capitalina Lisandra de la Caridad Hernández, técnica en Terapia, quienes se baten a la par de los hombres.
«Las mujeres son nuestras heroínas; hay también una pinera e igual número de Sancti Spíritus, Cienfuegos, Villa Clara y Matanzas, respectivamente», aclaró Keury Pérez, miembro del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas y jefe de la brigada.
El dirigente juvenil explicó al Vicepresidente que desde la llegada a territorio pinero de los primeros jóvenes, estos levantaron el campamento, apoyaron la recuperación del campismo popular Arenas Negras y hoy están a tiempo completo en la agricultura, labor que perfeccionan diariamente.
«Todos los días aprendemos más y nos sale mejor el trabajo; la tropa tiene un excelente estado de ánimo y seguiremos abriendo camino para que los que vengan después puedan continuar la obra», afirmó.
Integran también esta brigada dirigentes de la organización política, estudiantes, científicos, juristas, económicos y técnicos de la salud, entre otros trabajadores.
Machado recordó que en otros tiempos los padres y abuelos realizaron muchas cosas para que las nuevas generaciones disfrutaran de una sociedad justa y los exhortó a ser más eficientes cada día y lograr resultados superiores.
«Todavía hay muchas cosas por hacer y la juventud tiene que moverse un poquito más en estos tiempos. El país fue afectado de un extremo a otro, sobre todo en la agricultura, y en los servicios, industrias, viviendas, carreteras y caminos... Fue mucho daño y destrucción al mismo tiempo en toda Cuba y se necesita de ustedes», explicó.
En el Instituto Superior Pedagógico Carlos Manuel de Céspedes, institución que tras el paso de los huracanes se convirtió en Ciudad Escolar y acoge a todas las enseñanzas mediante alternativa de horarios, Machado se interesó por el avance de la reconstrucción de la residencia estudiantil de la entidad, que acomete un contingente de trabajadores santiagueros.