Acuse de recibo
Jorge Luis Pérez García (calle 59, No. 1, Pueblo Viejo, Jesús Menéndez, Las Tunas) no puede concebir que sea más fácil construir ocho viviendas para familias damnificadas que legalizárselas después.
Relata el remitente que después de muchos años de malestar por afectaciones de ciclones y quedar sin vivienda, el Estado, aún con mil limitaciones les construyó a la suya y a otras siete familias sus viviendas, y no han podido hacerse propietarios de las mismas.
El 26 de julio de 2017, refiere, en un acto muy hermoso les entregaron las viviendas, y han hecho innumerables intentos y se pierden los documentos. «¿Cuál es la razón, pregunta, para que hoy, 10 de febrero de 2021, estas ocho familias no hayan podido legalizarlas?».
No comprenden por qué, luego de tantas visitas a la Dirección de la Vivienda y Planificación Física, aún no hayan logrado nada. «¿Cómo es posible, cuestiona, si estas viviendas las construyó el Estado? Ahora los compañeros de Planificación no pueden hacer los dictámenes porque los documentos legales de estas construcciones no aparecen en la Dirección Municipal de la Vivienda».
Denuncia Jorge Luis que los quieren declarar ocupantes ilegales. «¿Quién es el responsable de la pérdida de estos documentos?, pregunta, ¿por qué hay que continuar ilegal cuando solo queremos pagar al Estado nuestra casa y tener una vida con menos preocupación?».
El 25 de noviembre de 2020, y desde Santiago de Cuba, José Manuel Palacios Castillo contaba que es diabético y cada año que pasa se le deteriora más la visión. Pero desde 2018 no ha podido hacerse sus espejuelos.
«Cuando no hay armaduras, decía, hay problemas con los cristales. Cada vez que voy a la óptica El Lente, donde siempre me he atendido, me dicen lo mismo: ni se está tallando… La última medición que me realizaron fue el 9 de septiembre… Necesito que me digan si mi futuro es quedarme ciego», expresaba.
Responde la doctora Elizabeth Oller Legrá, subdirectora general de Salud en la provincia de Santiago de Cuba, que se visitó a José Manuel, un paciente diabético por más de diez años, que utiliza lentes progresivos necesarios por las características de su trabajo, y no le son factibles los espejuelos de lejos y de cerca.
En la investigación, añade, se orientó al paciente sobre otras vías de atención a la población el taller de tallado y la dirección de la Empresa; verificando que la receta fue emitida el 23 de septiembre de 2020, cuando el contexto epidemiológico del país se complejizaba.
«Se le explicó, dice, sobre la tensa situación financiera de Cuba, que influye en el desabastecimiento de los servicios ópticos desde fines de 2019 en la provincia, afectando el taller de tallado. El paciente refirió no tener queja de la óptica, pues se le dio explicación de las causas de no poder hacerle sus espejuelos».
Precisa que se evaluó con los especialistas de la óptica la posible solución para la confección de los lentes. Luego de conocida la graduación le fueron tomadas las medidas para la confección de los espejuelos, los que se entregaron el 11 de diciembre de 2020.
Basilio Trabanco López (Avenida 407-A, no. 18206, entre 182 y 184, reparto Lídice, Santiago de las Vegas, Boyeros, La Habana) revela que en su barrio se va la electricidad todos los días entre una y cinco veces, en lapsos de cinco a 20 minutos, a cualquier hora del día o de la noche.
Se ha planteado en las asambleas de rendición de cuentas del delegado: sin solución ni respuesta coherente. Lo han reportado y viene el carro de la Empresa. Dan respuestas contradictorias pero no se soluciona el problema, que data de más de dos años. Necesitan respuesta y solución, las dos a la vez.