Cuando algo marcha mal, se recomienda volver a conectar poco a poco con lo que nos erotiza
P.T.: Somos una pareja de primerizos. Ninguno tiene experiencia previa y no siempre nos va bien en las relaciones íntimas. No sabemos qué hacer cuando marcha mal y nos frustrarnos.
Cuando algo marcha mal, se recomienda volver a conectar poco a poco con lo que nos erotiza. Es muy común que las chicas al inicio se demoren o no lleguen y que ellos se precipiten. Muchos van armando paulatinamente su modo de entrega a la experiencia única de la sensualidad, siguiendo las pistas de lo que gusta, descubriendo cómo responde nuestro cuerpo al placer.
Una mujer puede experimentar el clímax por estimulación de la vagina, el clítoris, los senos, escuchando historias eróticas, soñando… solas o acompañadas. A unas les gusta más un camino y se quedan con ese. Otras disfrutan otros.
Ellos logran excitarse más fácilmente y no siempre controlan sus impulsos, pero muchos aprenden a esperar a su compañera y esto les resulta muy erótico. Algunos demoran mucho, sobre todo cuando se acostumbran demasiado a prácticas solitarias porque necesitan sus rutinas y caminos trillados.
Si quisiéramos cambiar estos resultados, habría que encontrar modos de bordear los enigmas de lo erótico, arreglándonos con la sorpresa en nosotros mismos y la otra persona. Cada uno con su estilo, su tiempo, su sentir. Es un trabajo subjetivo entregarse a la otra persona, al disfrute y, al mismo tiempo, dar lugar al lazo con lo inesperado. Es preciso vivir la experiencia.
No siempre resulta fácil. Por eso, algunos pueden necesitar consultar algún médico, sicólogo, sexólogo, sicoanalista, que le permita ese encuentro con un disfrute que sorprende, atrapa, se escabulle.