D.M.: Hace casi tres años comencé una relación con un hombre que es casado y 19 años mayor que yo. Me siento enamorada de él porque me ha hecho ser una mejor persona y volver a sentir que el amor existe. Pero él sigue con su esposa y yo quiero tenerlo para mí. Él dice que me ama y que en el futuro estaremos juntos. Yo siento que la paciencia se me agota a pesar de mi amor. ¿Me puede ayudar a decidir? Tengo 23 años.
Este agotamiento introduce un afecto diferente al amor que sostuvo el vínculo hasta hoy. Los tres años a su lado en esas circunstancias denotan que empleas tu sentir como brújula orientadora de decisiones. Luego de saber que puedes ser mejor persona y que el amor existe, podrás decidir. Tendrías que identificar si esta paciencia agotada responde a algo que se puede transformar en la relación, si es por alguna coyuntura actual o si definitivamente, ya este vínculo no responde a tus expectativas.
Él ya tiene una familia que quiere mantener y a la vez disfrutar este amor furtivo que lo complementa. La postergación de su decisión muestra que no está interesado en cambiar esas circunstancias. Si persisten no terminará con su esposa ni contigo. Por consecuencia, la decisión quedará de tu lado.
Quizá sea interesante valorar si hay algo más sucediendo entre ustedes que te aburre o impacienta. Es usual que las relaciones tengan su propio movimiento interno. Luego de tres años la pasión podría sosegarse y el deseo de mayor compromiso acrecentarse o difuminarse. Hay otros sucesos en la relación o en nuestra vida que nos llevan a cambiar nuestros sentimientos.
Decidir es un proceso que comienza con esta duda de hoy. Paulatinamente, tendrás mayores argumentos que inclinarán la balanza a un lado u otro de tus afectos, con la consecuente determinación de continuar en un sentido u otro.
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