F.G.: Siempre he sido divertido y callejero. Pero ahora no confío en ninguna mujer. Hace tres años comencé una relación con una amiga, menor que yo, que se interesó en mí. Nos fue muy bien pero su mamá y muchos más no aceptaban nuestra unión. Yo me tomaba muy en serio estos rechazos, pero ella no les daba la menor importancia. Resistió todo, hasta que recibió la ciudadanía española de su madre y emigró con ella. Allí se olvidó de mí para siempre. Esto me afectó a tal punto que no he vuelto a tener pareja formal. El problema es que ahora he conocido a una mujer a quien no quiero perder, pero me siento incómodo. Temo a mi reacción, me cuesta volver a confiar en alguien, pero tampoco quiero perderla. ¿Qué puedo hacer? ¿Necesito ayuda profesional?
Ahora tendrás que determinar lo que quieres y decidir, aun sin garantías. ¿Acaso eres capaz de comprometerte con tu deseo, aunque el éxito no esté asegurado?
Siempre has sido divertido, callejero, informal como ahora. No es extraño que te resulte incómodo asumir que quieres a una mujer, cuando esta no te ofrece seguridad o aceptación.
Es significativo que haya sido aquella muchacha joven quien se interesó primero en ti, se comprometió y confió sin importar criterios ajenos. Luego respondiste, aunque muy desconfiado, prestando mucho interés al rechazo del entorno. Desestimaste la determinación de tu compañera. Ella decidió quererte con la misma firmeza con que luego emigró y se separó.
La confianza y aceptación que tanto reclamas debe representar un problema para ti en varios ámbitos de la vida. Sería beneficioso intentar analizar lo que te sucede junto a un profesional, para evitar la repetición de estos hechos.
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