E.S.: Según he leído mi problema es el «Fetichismo de Pies Femeninos», algo así como una debilidad o deseo constante por los pies de las chicas, que se me antoja patológico y lo he padecido toda mi vida. Recuerdo experiencias con pies desde muy temprana edad. Me preocupa que esto pueda afectar mi deseo de una sexualidad sana. No me interesan tanto otras partes erógenas. Dígame si lo mío es común, si es muy raro, si se puede revertir o si, como leí en otro artículo, es una expresión muy propia de mi sensualidad. Cada vez que busco respuesta en la literatura me enredo más. Seguro que muchas personas podrían juzgarme mal por mi problema.
En la literatura no puedes encontrar la respuesta a la singularidad de tu deseo, ni la manera de orientarte por ella en la búsqueda de satisfacción sin dañar a otros, ni a ti mismo. Consultar personalmente a un profesional podrá ayudarte a elaborar tu propia respuesta, que será la más apropiada.
En cada quien se fija algo muy particular como excitante y detonante del deseo sexual: una mirada, una voz, un gesto o una parte del cuerpo... Aunque no seamos conscientes de lo que buscamos, siempre hay algo específico que se repite en quienes nos atraen y no siempre está ligado a los caracteres sexuales o lo culturalmente pautado como erótico (glúteos, senos, genitales).
En ocasiones un objeto inanimado o una parte del cuerpo (pies, cabellos) dominan el interés sexual como único fin, pero son asumidos como un fetiche si devalúan la relación íntimo-erótica con la otra persona. Experiencias de antaño pueden haber dejado una huella condicionante en esa búsqueda y generar esa sensación desde la infancia.
Mariela Rodríguez Méndez, Máster en Psicología Clínica y psicoanalista
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