D.P.: Cuando fui diagnosticado de leucemia me abandonó mi pareja de entonces. Ahora me siento muy bien y con ganas de vivir, pero evito la cercanía de cualquiera que se interese en mí. Temo ilusionarme y ser rechazado cuando sepan de mi enfermedad. No sé qué hacer.
Siempre podrás indagar qué piensan de la enfermedad y de la relación con personas con un padecer como el tuyo. Esto podría orientarte incluso sobre qué decir y cuándo hacerlo.
No obstante, presta toda la atención que puedas a tus sentimientos y a las interpretaciones que haces de los hechos. Podrías estar utilizando la enfermedad para evitar analizar otros asuntos. ¿Quién puede asegurar que te abandonaron por el diagnóstico? ¿Quién podría aseverar que esa persona no te hubiese abandonado por cualquier coyuntura que exigiese algo más? ¿Cómo asegurar que no eres el primero en abandonarte en esa distancia que planteas?
Aquella pareja se fue, pero luego, no debes entregarte a tu condición de enfermo.
Afortunadamente tu salud persiste y con ella el deseo de amar. Aliarse en el amor es una apuesta en cualquier circunstancia. No con todos podrías compartir esa inquietante vibración; no todos asumirán una relación contigo por tu salud u otras razones. Sufrirás rechazos y protagonizarás otros. No obstante, hay que disponerse a este proceso cuando se quiere amar.
Has comenzado a cuestionarte tu aislamiento. Ya te estás preguntando qué hacer. Entonces estás en condiciones de comenzar a actuar apoyándote en tu deseo y tu historia.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica y psicoanalista.
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