Cada año se diagnostican en Cuba cerca de 1 600 nuevos casos. El próximo 19 de octubre se celebrará el Día Mundial de lucha contra esa enfermedad Pregunte sin pena Sabías que...
que sentirse fuerte
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El seno es para la humanidad sinónimo de belleza, protección y alimento, pero es también el atributo femenino más explotado por la plástica, la literatura y el comercio en todos los tiempos y culturas.
Tal vez el mejor ejemplo de su simbolismo sea el de aquellas hermosas y fieras amazonas, quienes sacrificaban algo tan preciado como un seno para tensar mejor el arco y a la vez impresionar así a los hombres que las visitaban, mostrándoles hasta qué punto rechazaban el mero papel de objeto sexual asignado a las féminas.
De similar coraje dan fe también las mujeres que en la actualidad deben someterse a una mastectomía, en aras de salvar su salud, e incluso su vida, ante un enemigo solapado y mortal que no cede terreno, a pesar del desarrollo alcanzado por la sociedad: el cáncer de mama.
El próximo viernes 19 de octubre se celebrará en todo el mundo el Día Mundial de lucha contra esa enfermedad, principal causa de muerte femenina por neoplasias malignas en nuestro país, donde se diagnostican como promedio 1 600 nuevos casos cada año.
No hay enemigo pequeñoEl cáncer de mama aparece cuando existe un crecimiento anormal en las células de ese tejido, muchas veces asociado a variaciones hormonales como el aumento de estrógenos en ausencia de progesterona, fenómeno típico de los ciclos anovulatorios propios del climaterio y la menopausia.
Aunque la mayoría de los tumores en esta parte del cuerpo son benignos, alrededor del 18 por ciento de las mujeres fallecidas por cáncer anualmente responden a esta causa, y un alto por ciento de las pacientes ven afectadas su vida familiar, social y sexual debido al impacto psicológico que provoca en ellas la asimetría corporal que caracteriza el tradicional tratamiento quirúrgico.
Este impacto puede comprometer incluso la sobrevida de la mujer diagnosticada, que en el 60 por ciento de los casos supera solo los cinco años, según estadísticas nacionales y de países desarrollados europeos.
Morir a destiempo no solo depende del grado de desarrollo del tumor al momento de ser tratado, sino también de la falta de sostén familiar o de la pareja para afrontar la nueva situación de forma positiva y creadora, al decir de la psicóloga Diana Madjori Suárez, autora del libro Personalidad, cáncer y sobrevida, quien habla además desde su experiencia como paciente diagnosticada hace 18 años.
En este sentido, Diana recalca la necesidad de mantener una adecuada dinámica sexual en la pareja: es esencial que no se pierdan la intimidad, la comunicación y el disfrute propio de quien necesita dar y recibir amor.
«La pareja constituye un apoyo insustituible en la conservación del rol sexual y por tanto en el reajuste emocional y social de estas personas», afirma ella, consciente de los cambios que genera en la autopercepción corporal de la paciente esa primera mirada al espejo tras la operación, y lo vital que resulta una mano tierna que al acariciar la cicatriz fortalezca su autoestima.
Se refiere además a la opción de someterse a cirugías reconstructivas, sobre todo por su valor estético, y a la necesidad de dignificar la existencia de toda persona aquejada de cáncer, utilizando para ello el saber acumulado por la ciencia en esa dirección.
Con este propósito se constituyó en la mañana de ayer la primera Cátedra de Cuidados Paliativos en la Facultad de Ciencias Médicas del capitalino Hospital 10 de Octubre, que extenderá tales conocimientos a familiares y personal médico involucrados en la atención a estos pacientes, con la cooperación de las cátedras de Sexualidad y Bioética de la referida institución.
Edad, herencia y conductaEl principal factor de riesgo identificado mundialmente para un tumor de mama es el incremento de la edad, destaca el oncólogo cubano José Padrón.
Raramente esa patología se presenta antes de los 30 años de edad. La mayoría de los casos se diagnostican entre los 50 y los 59, con un nuevo pico a partir de los 70, pues a medida que la esperanza de vida aumenta, también crece el riesgo de padecer muchos tipos de afecciones cancerígenas.
De ahí la importancia de consolidar las consultas de climaterio y menopausia, donde se facilita una atención multidisciplinaria a la mujer madura, pues en el 50 por ciento de los casos diagnosticados la edad es el único denominador común de las pacientes, ante la ausencia de otros elementos que suelen asociarse a la enfermedad, como son los factores hereditarios (sobre todo por la línea materna), ciertos agentes genéticos que condicionan su aparición y una situación socioambiental desfavorable.
Existen elementos marcadamente correlacionados con la aparición de este mal que escapan a la voluntad femenina, como la menarquia temprana (primera menstruación antes de los 11 años) y la menopausia tardía (después de los 55). Pero un tercer grupo sí depende de la conducta asumida por las mujeres en materia de salud sexual y reproductiva. Entre esta última se cuentan la obesidad, las terapias de reemplazo hormonal, el hábito de fumar, la poca o nula paridad (menos de dos partos), el poco tiempo de lactancia (menos de cuatro meses), y sobre todo una dieta inadecuada, rica en grasas de origen animal, proteínas o carbohidratos, junto a una baja presencia de elementos protectores de la salud como antioxidantes, minerales y vitaminas que suministran frutas, vegetales y productos del mar, destacan los doctores Diana y Padrón.
Por tanto, entre las acciones que las mujeres no deberíamos obviar en el cuidado de nuestros senos se encuentran llevar una dieta balanceada, realizar ejercicios físicos regularmente y sistematizar el autoexamen de mamas, especialmente aquellas con antecedentes familiares o propios de neoplasia y las que por razones de trabajo se exponen con frecuencia a radiaciones, campos electromagnéticos o productos químicos dañinos, como pesticidas o fertilizantes.