Cuba tiene un alto índice de impacto de huracanes, pero hay otros fenómenos como los terremotos que pueden golpearla. Aunque el país tiene un sistema preventivo altamente prestigioso, los especialistas insisten en incentivar la labor de información y educación
«Las personas tienen que aprender a prepararse para eventos como los que últimamente estamos viendo que ocurren en el mundo. La prevención es una responsabilidad que comienza con el Estado, pero termina en la persona, que si no está informada puede tomar una decisión incorrecta y ponerse en peligro. En cualquier parte de nuestro país puede ocurrir un terremoto».
La consideración la sostiene el Doctor Manuel Iturralde Vinent, presidente de la Sociedad Cubana de Geólogos, quien parte de la tesis de que en el país hay un por ciento grande de ocurrencia de huracanes, pero existen otros fenómenos que pueden golpearlo. Los terremotos, aunque no son la mayor preocupación de los cubanos, sí constituyen una amenaza que se debe atender, debido a los daños que pueden originar.
Durante uno de los recesos de la IV Convención Internacional de Ciencias de la Tierra, que concluyó esta semana en La Habana, el científico confirmó a este diario que en el Archipiélago existe un sistema de detección de sismos que nos informa inmediatamente cuando ocurre uno, pero agregó que si las personas no están preparadas antes, muy poco vale saber que el sismo está ocurriendo.
«Lo fundamental es la prevención y para eso nosotros tenemos bibliografía. La Defensa Civil también tiene materiales publicados sobre el tema, al igual que el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas de Cuba», sostuvo.
Explicó que el libro Geología de Cuba para todos tiene un capítulo dedicado a los terremotos y los tsunamis, y la Cruz Roja también cuenta con documentación sobre estos eventos. Es sumamente importante facilitarle a la población el acceso a esos materiales, para prepararla ante estas catástrofes.
«No hay lugares exentos de estos fenómenos. Lo que sucede es que son más frecuentes en la parte oriental de Cuba, pero eso no quiere decir que se excluyan otras zonas de esa amenaza. Han ocurrido sismos en Remedios, Caibarién, Esmeralda, Jagüey Grande, Pinar del Río…
«En 1880 hubo uno bastante devastador que afectó a Bahía Honda y Cabañas; algunos expertos señalan que fue de magnitud 8 en la escala de Richter. Este sismo se sintió en La Habana, en Florida y en Yucatán. Fue muy fuerte, y posiblemente el epicentro estaba situado al suroeste de Artemisa, en el mar.
«El año pasado se reportó un evento sismológico en esa zona, que por suerte no generó problemas, porque fue de poca magnitud.
«Para enfrentar estos eventos las personas pueden comportarse de manera más ecuánime si tienen mayores conocimientos. Nuestra organización adquirió unos materiales muy explicativos para que se incorporen a los programas de estudio de la Universidad. También donamos libros a la escuela de Geofísica de la Universidad de La Habana, y les dimos copia digital a las universidades de Pinar del Río y Moa.
«Pusimos esos contenidos en manos de los arquitectos para que la concepción de construir no obvie las peculiaridades de nuestro país. Hacemos todo lo posible para que los materiales lleguen a las comunidades, pero ese es un proceso infinito.
«No podemos estar satisfechos, pues la instrucción nunca es suficiente cuado se trata de preservar vidas. Siempre aparecen grupos de jóvenes a los que, si no se les explica otra vez, se quedan sin el conocimiento.
«Cuba es un país excepcional en el trabajo preventivo, desde el Estado hasta las organizaciones. Hay países donde esa labor falla, por eso estamos colaborando con ellos, principalmente con naciones de Centroamérica. Allí hay terremotos, peligro de tsunamis, erupciones volcánicas y deslizamientos de terrenos asociados a las lluvias y también a los terremotos.
«La Sociedad Cubana de Geólogos es muy activa; realiza constantemente investigaciones para tener una base científica sólida y poder servir verdaderamente al pueblo. Nuestras pesquisas muchas veces parten del conocimiento popular. Debemos conocer cómo funciona la tierra en cada territorio, y para ello el Instituto de Geología y Paleontología, y otras entidades, actualizan sus conocimientos, los cuales nos permiten interpretar mejor el país y saber qué eventos pueden afectarnos», concluyó el Doctor.