La integración entre centenares de especialistas posibilitó la culminación del proceso de Evaluación del medio ambiente cubano y la nueva versión del Mapa de alerta de los escenarios de peligro y vulnerabilidad por el ascenso del mar para los años 2050 y 2100
La culminación del proceso de Evaluación del medio ambiente cubano y la nueva versión del Mapa de alerta de los escenarios de peligro y vulnerabilidad por el ascenso del nivel medio del mar para los años 2050 y 2100, son dos resultados que evidencian un rasgo esencial de la ciencia cubana en este medio siglo: el alto grado de integración entre centenares de especialistas de diversos centros a lo largo de la Isla en pos de un proyecto social común.
A esta norma se suman la exigencia de invertir tiempo y energías solo en campos estratégicos para el país y la misión de cerrar cada ciclo con la aplicación de sus resultados en la práctica, factores comunes a muchos proyectos avalados por el CITMA al finalizar el año 2009 en su sitio virtual www.redciencia.cu.
El aumento de calidad del azúcar crudo y la obtención de energía renovable a partir de jugos de filtros y miel b muestran la diversificación que imponen los nuevos tiempos y la búsqueda de estilos de vida sustentables, a lo cual tributaron en 2009 investigaciones sobre simulación y desarrollo de aditivos para mezclas de carburante con etanol, la máquina cortadora y cosechadora de marabú para generar energía a partir de su biomasa; un estudio de factibilidad de la desalinización de agua de mar; la instalación del Sistema de supervisión ampliado Datacraking Plus en la planta dos en la refinería Ñico López, y el desarrollo de un fotorreactor solar para tratamiento por fotocatálisis de aguas contaminadas.
En las ciencias agropecuarias se destacaron el rescate y conservación de recursos fitogenéticos del país a nivel local; el mejoramiento de especies esenciales para la seguridad alimentaria, y el acondicionamiento de semillas y plántulas mediante métodos biológicos y químicos para inducir respuestas adaptativas a la sequía, la salinidad y otras secuelas del cambio climático que se avecina. En la mira de estos planes se colocaron la yuca, tomate, piña, leguminosas, caña de azúcar, tubérculos, frutales, forestales y arroz.
También en 2009 se avanzó en nuevas formulaciones de aditivos alimentarios prebióticos (anteriores a la existencia de vida en la Tierra) para la nutrición y salud animal y en la potenciación de fuentes alimentarias a partir de desechos de la industria, a la par que se concluyó una vacuna recombinante para la peste porcina clásica y se recopiló una biblioteca virtual sobre la Influenza.
En el área de salud, Cuba logró nuevos registros de vacunas, como la Dermatophagoides pteronyssinus (VALERGEN-DP), la Dermatophagoides siboney (VALERGEN-DS) y la Blomia tropicalis (VALERGEN-BT) por vía sublingual, la vacuna de polisacáridos de Meningo A y C, la Hep B, la Hib, Tetravalente y Pentavalente, la vacuna camagüeyana contra la garrapata GAVAC, nuevas formulaciones de Interferón Alfa y Gamma y varios anticuerpos monoclonales.
También resultaron relevantes la modernización tecnológica del dosímetro portátil Mozón, la introducción de nuevos equipos médicos, como el DOCTUS-VI, los captadores de yodo, detectores de latido fetal y un equipo para Terapia Láser FISSER FS300, así como la extensión en el sistema de salud de varios fármacos como Heberprot-P (para tratamiento de úlceras del pie diabético), el SURFACÉN (para dificultad respiratoria) en su formulación para adultos y la nueva vacuna terapéutica para el cáncer de pulmón avanzado CIMAvaxEGF.
En el área de las ciencias sociales se destacan las investigaciones realizadas en el país en los últimos 20 años sobre el impacto del período especial en las diferentes esferas de la sociedad cubana; el completamiento de la Biblioteca virtual del Instituto de Filosofía, y la publicación de la Historia de la Literatura Cubana en tres volúmenes: La Colonia (1609-1898), La República (1899-1958) y La Revolución (1959-1999).
También se priorizaron estudios sobre la familia cubana, el estado demográfico actual y futuro, los procesos de movilidad social desde la perspectiva de la igualdad, y un modelo de gestión de información y conocimiento para la empresa cubana en perfeccionamiento. Llama la atención la culminación del Programa Territorial Identidad del capitalino, que incluye desde análisis y recomendaciones sobre el proceso migratorio externo hacia la capital, la identidad generacional de la juventud capitalina y sus influencias, y el sentido de identidad en el ambiente construido habanero.
El programa de Desarrollo Sostenible de Montaña enfocó sus logros hacia una actualización del sistema de información geográfica para el manejo de regiones especiales, con énfasis en la caracterización climática del macizo montañoso Sagua-Nipe-Baracoa y la creación de una base de datos sobre vulnerabilidad y riesgos geológicos y tecnológicos inducidos en las montañas de Guamuhaya, además de trabajar en el mejoramiento genético y la introducción de nuevas tecnologías de propagación y atención cultural al cacao y el café.
Cuba llega al 2010 con más de 200 centros y áreas investigativas, tecnológicas y de innovación, de los cuales 115 son grandes centros de investigación, desarrollo y comercialización. En las más de 60 universidades hay 80 centros consagrados a la investigación, generación y transferencia de tecnologías de avanzada.
Toda esta actividad involucra a 71 699 trabajadores, de los cuales el 64 por ciento son graduados de nivel superior y el 20 por ciento de nivel medio; el 54 por ciento son mujeres y el 60 por ciento se vincula directamente a tareas de investigación e innovación. Ya se cuenta con 5 326 investigadores categorizados, 9 002 doctores y más de 100 000 profesionales cursan posgrados en diversas ramas.