La alquimia de mezclar y deshacer los mitos íntimos, de transformarlos y agrandarlos sobre los altos muros junto a los cuales transitó, adquiere en Aguas ese fluir vital que caracteriza a la auténtica poesía
En las palabras de contracubierta de esta antología personal se nos presenta al poeta como un obcecado buscador de formas para describir el tiempo de su edad. La alquimia de mezclar y deshacer los mitos íntimos, de transformarlos y agrandarlos sobre los altos muros junto a los cuales transitó, adquiere en Aguas ese fluir vital que caracteriza a la auténtica poesía. No es el líquido ahogante y maldito de Virgilio el que rodea este poemario, sino el placer de contemplar las aguas que circulan/ que libres se derraman sobre la realidad del lector común, inundando las tierras bajas, esos fértiles dominios donde los sentimientos humanos florecen contra todo.