Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Trump declara la guerra

Autor:

Juana Carrasco Martín

Un fin de semana caliente en Los Ángeles. Donald Trump llevó a un nivel más peligroso su guerra contra los inmigrantes al federalizar y enviar tropas de la Guardia Nacional para reprimir las protestas iniciadas el viernes contra las violentas redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en comercios y centros de trabajo de los alrededores de la ciudad. 

El ICE detuvo también de manera violenta al dirigente sindical David Huerta, presidente de la sección californiana del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios (SEIU), cuando observaba la actuación de los funcionarios y defendía a los trabajadores. Lo acusaron de obstrucción, fue empujado, necesitó tratamiento hospitalario y permanece detenido. A esas detenciones arbitrarias que serán convertidas en deportaciones, se sumaron ahora las de decenas de manifestantes. 

La decisión de Trump fue toda una provocación por parte del mandatario xenófobo, ejecutada sin la anuencia del gobernador de California, Gavin Newsom, y de la alcaldesa, Karen Bass, que ya tenían en las calles a sus fuerzas policiacas golpeando a los manifestantes, lanzándoles gases lacrimógenos y balas de goma. Lo consideraron una «asamblea ilegal». Como respuesta, piedras e incendios. La presencia de las tropas de Trump elevó la presión y fue considerada innecesaria e incendiaria. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, advirtió que tenía listos a los marines de Fort Pendleton, mientras Trump se reunía con mandos militares y de seguridad en Camp David. 

Este lunes, dicen que Los Ángeles se va calmando —ya veremos—. Pero la intervención de Trump provocó también un enfrentamiento y un desafío a las autoridades californianas. Newsom habló de demandar a la administración Trump porque «requisar la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador es ilegal e inmoral». Otros dijeron que Trump está llevando al país «hacia el autoritarismo» y el senador estatal de California, Scott Wiener, afirmó, según publica Democracy Now: «Así es el fascismo». 

Ese nuevo frente va dejando en sordina los reclamos de los inmigrantes y los abusos contra ellos, al menos en los medios más interesados en la batalla política y legal, también importante para la nación autoproclamada como ejemplo de democracia, donde se aprecian pasos muy peligrosos del equipo de oligarcas que se ha apoderado de Washington. 

Un vocerío alarmista y amenazante para justificar la intervención se levantó. Stephen Miller, asesor de la Casa Blanca, calificó las protestas como una «insurrección». Trump dijo: Vamos a tener tropas en todas partes. No vamos a permitir que esto le pase a nuestro país. No vamos a permitir que nuestro país se desgarre y escribió en su red social: «¡Se ve muy mal en Los Ángeles! ¡Que traigan las tropas!». 

Y con las tropas ha llegado el caos, blindados en las calles, y más temores entre la población migrante. Sin embargo, Trump insiste y exagera: «Tomamos una gran decisión al enviar a la Guardia Nacional para lidiar con los disturbios violentos e instigados en California». «Si no lo hubiéramos hecho, Los Ángeles habría quedado completamente arrasada». 

También Tom Holman, el zar fronterizo, amenazó con arrestar al gobernador Newsom y a la alcaldesa Bass por interferencia en la aplicación de la Ley federal de inmigración que, por cierto, este lunes le ha cerrado totalmente las puertas a los ciudadanos de casi dos decenas de países, incluidos los de Cuba, clara aplicación de la xenofobia. Trump consideró «genial» esa idea.

Newsom respondió al golpe: «El presidente de Estados Unidos acaba de pedir el arresto de un gobernador en funciones. Este es un día que esperaba no ver nunca en Estados Unidos». «No importa si eres demócrata o republicano, esta es una línea que no podemos cruzar como nación; es un paso inequívoco hacia el autoritarismo».

El debate público va encarrilándose a diario. Hay quiebras en los segmentos de la clase política, preocupaciones serias en defensores de las leyes y de los derechos civiles. 

Frente al cuartel general del FBI en Washington, líderes sindicales protestaban este lunes contra las medidas migratorias y el despliegue de la Guardia Nacional en California, para exigir la liberación de Huerta, detener las redadas contra los indocumentados en todo el país, y en defensa de los derechos constitucionales de libertad de expresión. 

Hay, incluso, un llamado para el 14 de junio, aniversario 250 de las fuerzas armadas estadounidenses, cuando se levantaron contra el poder colonial del Rey de Inglaterra, aunque también ese sábado es el cumpleaños 79 de Donald Trump. Su idea de ambas celebraciones: a un costo de 45 millones de dólares, un gran desfile de tropas terrestres, blindadas y aéreas, en Washington D.C. ¿El llamado? Que en cada ciudad y pueblo de la Unión, en actos de calle, se diga «No Kings», «Día nacional de desafío sin reyes».

 

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