Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Escuchar, dialogar y ¡actuar!

Autor:

María Caridad Guindo Gutiérrez

¿De qué depende que la panadería abra después del horario establecido?; ¿No sería más fácil que los trámites de Ordenamiento Territorial, Registro de Consumidores y otros viajen, al menos dos veces al mes, hasta playa Baracoa, en lugar de tener que desplazarse miles de personas? ¿Quién permite que la Cooperativa de Créditos y Servicios Pedro Lantigua mantenga cerrado su punto de venta por tiempo indefinido?

Preguntas claves cuyas respuestas parecen obvias; sin embargo, las soluciones demoran, y entonces la voz del pueblo se alzó en la garganta de sus representantes, los delegados, cuando tuvieron la oportunidad de conversar con Gladys Martínez Verdecia, integrante del Buró Político y primera secretaria del Partido en Artemisa.

Me atrevo a asegurar que su intercambio con Yohanne Fernández Rodríguez, diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y presidenta de esta demarcación en Bauta, junto al resto de las máximas figuras del Partido, la Asamblea y la Administración Municipales le resultó más útil que diez informes y otras tantas tablas.

El diálogo cara a cara con trabajadores sociales, directivos y la población enriquece cualquier agenda e ilustra, mejor que el acta de una reunión, los esfuerzos, individuales y colectivos, por restar imposibles.

Este método de trabajo, iniciativa de Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, se replica en Artemisa, donde miembros del Buró Provincial intercambian en consejos populares sobre planteamientos pendientes, opciones frente a los obstáculos, oportunidades de empleo y
resquicios abiertos al conformismo y la inmovilidad.

Hay pocos cilindros de gas, pues requieren de importaciones; menos cemento y áridos para resarcir todos los destrozos del huracán Rafael, aunque ya se han solucionado unas 11 000 de las más de 20 000 afectaciones. Pero sí debe distinguirnos la transparencia en la entrega de esos recursos, aclaró muy bien Martínez Verdecia en Baracoa.

Tampoco se concibe que una de las familias damnificadas, a la cual se le asignaron 3 000 pesos para costear el traslado de materiales, no haya podido adquirirlos, ya que cualquier porteador privado exige no menos de ¡5 000 pesos hasta la cabecera del poblado!

«Si nuestro rastro se encuentra en perfecto estado», alertó también la delegada de la circunscripción 22 Flor María Aguilera. Otro desasosiego está relacionado con la ausencia de cementerio o capilla en un asentamiento superior a los 8 000 habitantes
(sin contar la población flotante de turistas de paso por la zona), con el inconveniente añadido de ubicarse a varios kilómetros de Bauta.

Y hay tierras disponibles para ello, advertía un delegado; mientras hubo quien habló de redes sanitarias en colapso total (solo hay que apreciarlo para saber la magnitud del embrollo), tropiezos para acceder al agua y deudas de diversa índole.

Sirvió de mucho poner sobre la mesa cada «espinita» atorada en el alma de esta comunidad de pescadores. Sin embargo, me queda el sabor salado por la ausencia de varios directores, cuyas entidades acumulan reclamos.

Escuchar, dialogar y ¡actuar!, claves del éxito en tiempos de marea alta y nubarrones. Que se haga cuanto pueda aliviar las dificultades de la población, a eso llamaba la Primera Secretaria del Partido, y a eso convocamos, una vez más. (Tomado de El Artemiseño)

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