Las acciones lanzadas contra la Revolución Cubana el domingo 11 de julio, orientadas desde Estados Unidos por elementos de la derecha cubanoamericana para tratar de desestabilizar el país y propagar en los medios hegemónicos de comunicación el supuesto Estado fallido existente en Cuba, en vez de alcanzar ese objetivo, contrariamente sirvió para que el mundo conociera la verdadera realidad que se vive en esta Isla del Caribe que es un ejemplo de libertad, soberanía y de solidaridad para otros pueblos.
Fueron muchas las acciones y verdades demostradas durante el pasado domingo de las cuales enumeraré algunas que el mundo pudo observar en pleno desarrollo.
La malograda embestida sirvió para que el orbe conociera el apoyo que tiene el Gobierno dentro del pueblo, que ante el llamado del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, (como lo hicieran Fidel y Raúl en sus tiempos) salió a las calles a demostrar que esta Revolución es la continuidad de las luchas independentistas, de las victorias de la Sierra Maestra, de los años de enfrentamiento y victorias contra las acciones terroristas y de bloqueo lanzadas por Estados Unidos desde enero de 1959.
Se evidenció fehacientemente cómo los actuales dirigentes cubanos, encabezados por el Presidente Díaz-Canel, recorrieron las calles de San Antonio de los Baños, donde había tenido lugar una pequeña manifestación, y el mandatario conversó con la población para aclararles las dificultades y escaseces que enfrenta la Isla debido al recrudecimiento del bloqueo económico y financiero impuesto por Estados Unidos, además de por la fuerte transmisión de la pandemia de la COVID-19.
Se pudo observar a través de los
canales de televisión que lejos de ver a un pueblo pasando hambre como continuamente informan los medios hegemónicos occidentales y las redes sociales, quienes se volcaron en los diferentes pueblos a demostrar su apoyo a la Revolución, hombres, mujeres y jóvenes se veían robustos, sin ningún tipo de desnutrición.
Con cordura y sin represión, pese a acciones violentas en algunos lugares que protagonizaron elementos antisociales, las alteraciones del orden fueron rápidamente controladas. En ningún momento se evidenciaron acciones represivas de la magnitud de lo que ha ocurrido en diversos países de la región donde han sido asesinados, heridos y desaparecidos cientos de ciudadanos.
Se puso de manifiesto que debido al cerco económico del bloqueo y al
desgaste que ha significado la pandemia, las personas pueden tener insatisfacciones, pero a la hora de la verdad saben que los dirigentes de la nación en pleno trabajan por resolver los problemas y aminorar las dificultades del pueblo.
Quedó demostrado que ningún grupúsculo apoyado y pagado por Estados Unidos podrá derribar un Gobierno del pueblo y para el pueblo. Quien lo dude, que vea la contundente respuesta del pasado sábado frente al Malecón habanero y en distintos lugares del país.
Y por último, tras la comparecencia por televisión de la dirección del Gobierno para explicar todos los inconvenientes y problemas que enfrentamos, sobresalió la figura de Díaz-Canel como uno de los más brillantes estadistas del continente americano.
La continuidad de la Revolución está asegurada.