Necesitaba mandar un e-mail urgente, a las seis de esta calurosa mañana habanera. Me conecté al Yahoo en español, como hacen diariamente cientos de miles de hispanoparlantes en todo el mundo. Allí lo primero que te proponen es la página de titulares de las noticias del día. Busqué alguna relacionada con Honduras. Anoche me fui a dormir con la preocupación por el destino de ese país, desde hace tres días revuelto por un bestial golpe de estado.
Allí, como en tercer lugar de prioridad, estaba el titular de un reporte acreditado a Ana Fernández de la agencia francesa AFP:« Las autoridades de Honduras defienden la legalidad de la remoción de Zelaya».
Lo leí de un tirón. Todo estaba claro: el mecanismo para borrar al presidente hondureño Jose Manuel Zelaya, derrocado el pasado domingo 28 de junio por el cuartelazo, ya fue echado a andar.
Así, los cientos de miles de usuarios del correo Yahoo en español, deberían llegar, desde el mismo titular, a la conclusión de que los golpistas ya dejaron de serlo, ahora son:« Las autoridades de Honduras», y el presidente Zelaya es sólo eso: un señor ahí, a quien estas han declarado ilegal.
Pero el sainete sigue. Veamos algunos momentos de la noticia, a los cuales me tomo la libertad de expresión de colocar mi coletilla, en un intento por ayudar a comprender dónde están las trampas.
El bajante parecería sensato, tampoco se puede tapar todo el sol con un dedo: «Las nuevas autoridades hondureñas justificaron la remoción del presidente Manuel Zelaya en su “falta de fidelidad a la República” y empezaron a gobernar ajenas al clamor unánime de la comunidad internacional de restituirlo en su cargo».
Ojo: la palabra remoción (cuyos sinónimos son: separación, eliminación, destitución, exclusión, expulsión) es ya un intento por suavizar lo ocurrido, un presidente constitucional en el poder, fue atacado a tiros en su casa mientras dormía, maltratado física y psicológicamente, y obligado a la fuerza a abandonar el país.
Como todo buen lead periodístico: «falta de fidelidad a la República» ya condiciona al lector del pecado mortal del «presidente» Zelaya. En lo adelante, la noticia sólo se referirá a él como Zelaya a secas.
En el primer párrafo hay cosillas interesantes, veámoslo:« En contra de lo que ha ocurrido en el extranjero, donde la condena al golpe de Estado del domingo ha sido unánime, en Honduras, políticos, empresarios, medios de comunicación y buena parte de la población están de acuerdo con la destitución de Zelaya, quien ha anunciado su regreso al país el jueves». ¿Lo vieron?: en Honduras casi todo el mundo, incluida« buena parte de la población», está de acuerdo con la (otra palabrita suave) «destitución»del presidente electo por el voto popular.
Sigamos adelante, esto se pone bueno:
«Sólo algunas decenas de centenares de personas han salido a las calles de las principales ciudades del país para defender al presidente, y algunas resultaron heridas en enfrentamientos con las fuerzas del orden. "Aquí no hubo golpe de Estado porque los hondureños siguen regidos por la Constitución, a la que el anterior gobierno quiso reformar sin ningún fundamento y de manera ilegal", dijo tajante el nuevo presidente designado Roberto Micheletti a la radio HRN».
¿Algunas decenas de centenares?¿algunos heridos?... ¿La señora Ana Fernández, está realmente en Honduras, se mueve por las principales ciudades del país, o está mirando el show por televisión? ¿Por cual televisión, la hondureña, la que trasmite muñequitos y recetas de cocina, mientras los tanques, los gases lacrimógenos y los guardias vestidos y armados, como en Irak y Afganistán, reprimen brutalmente a miles y miles de hondureños lanzados a las calles, muchos ya heridos, golpeados y hospitalizados? (ya se habla de vidas perdidas) ¿O es que ella también se informa por Noticias Yahoo?
Qué decir del «nuevo presidente designado», la terminología apaciguadora del «periodismo libre» no tiene límites. A partir de aquí, aprovechando un micrófono servil en boca de Goriletti, es donde está el arroz con pollo de esta noticia del Yahoo, su verdadero objetivo: informar a los lectores (y de paso legitimar) sobre las buenas intensiones y acciones del gobierno golpista.
«(...) El Congreso le criticó a Zelaya sus "acciones desafiantes a las autoridades constituidas". En un informe divulgado el lunes detalla varias faltas, pero la que colmó el vaso de los legisladores fue su proyecto de reformar la Constitución para autorizar la reelección presidencial».
Esto último coreado por la reportera, que «colmó el vaso de los legisladores», ya pasó a formar parte del cliché de la mentira mil veces repetida para convertirla en verdad: la propuesta del presidente Zelaya nada tenía que ver con ansias de reelegirse, como ha sido acuñado por estos brujos de la propaganda imperialista.
«El Gobierno de Honduras separó a Zelaya "por su violación a la Constitución y la desobediencia de todo el sistema jurídico nacional porque estaba promoviendo, envuelta en una farsa, una Asamblea Nacional Constituyente para cambiar el orden constitucional y el sistema democrático", dijo el nuevo canciller Enrique Ortez a la cadena de televisión norteamericana CNN».
Más de lo mismo, pero ya tenemos también, como dejado caer de soslayo, el nombre del nuevo canciller, dando declaraciones a una CNN tan controvertida como siempre. ¿No la habían sacado del aire en Honduras el mismo domingo, cuando se atrevió a reportar algunas verdades insoslayables? Vean al «Gobierno de Honduras» respetuosamente escrito en mayúsculas.
«En la conservadora sociedad hondureña tampoco gustaron nada sus amistades con el ideólogo del socialismo del siglo XXI, el presidente venezolano, Hugo Chávez, quien ha recibido virulentas críticas por inmiscuirse en los asuntos internos del país. Zelaya hizo entrar a Honduras el año pasado en la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), un bloque de países encabezado por Chávez».
¿Y entonces? ¿Cuál es la «conservadora sociedad hondureña»? ¿Buscaron los sinónimos de conservadora?, algunos como: moderada, mesurada, ordenada, vigilante... parecería que la señora Fernández no incluye en ella a los obreros, los campesinos, los estudiantes, y los incómodos movimientos sociales hoy masacrados en las calles hondureñas. OJO: Zelaya hizo entrar a Honduras al ALBA, o sea, la obligó, o se tomó la prerrogativa... de entrarla al bloque encabezado por Chávez. (díganme que no suena feo)
«Las fuerzas armadas depusieron y expulsaron el domingo del país a Zelaya, en cumplimiento de una orden judicial avalada por el Congreso. Desoyendo a la justicia, que la declaró "ilegal", el mandatario iba a celebrar ese día una consulta popular buscando que la población le diera luz verde a su proyecto de referéndum constitucional».
«Las fuerzas armadas depusieron y expulsaron»... Es otra forma casi agradable de referirse al golpe militar. Y, bueno, Zelaya, es el declarado «ilegal» por andar «desoyendo a la justicia» y «buscando la luz verde» de «la población»: fíjense que no se dice pueblo, y esto tampoco es casual.
«“Que no cometan la injusticia de juzgar a mi país sin haberle dado la oportunidad de que conozcan la posición nuestra”, dijo el nuevo canciller, nombrado este lunes junto a otros miembros del gabinete de Micheletti».
Pobrecito el Goriletti, y los «otros miembros del gabinete». Ya saben que tiene todo un gabinete ¿no?
«En cambio, Zelaya se ha sentido arropado por la comunidad internacional»...
«¿Arropado? por la comunidad internacional»... Otra palabreja-camuflaje. Doy una vez más clip derecho a mi ratón para buscar sus sinónimos, y dice: arrebujado (oculto, escondido, encubierto, disfrazado...), embozado (que es más o menos lo mismo).
El resto del párrafo, y los dos que le siguen hasta el final de la «noticia», llevan algunas de esas verdades irrefutables, en mi opinión la necesaria lechuga para adornar (y arropar) las coles.
Es así como funciona el mecanismo bien engrasado, probado, y a veces tristemente efectivo de la propaganda de la oligarquía y el imperialismo. Palabras manipuladas, mentiras repetidas y altamente cacareadas por los grandes medios de información y comunicación mundiales, y un ejército de bien pagados e «inteligentes periodistas», como la señora Ana Fernández, parecerían poner al mundo a merced de la voluntad de una poderosa y tenebrosa minoría.
Pero la fórmula mágica se vuelve cada vez más obsoleta e inoperante. Ya los indios latinoamericanos, los obreros y los campesinos venezolanos, bolivianos, ecuatorianos, nicaragüenses... saben leer y escribir. Los movimientos sociales saben comunicarse, informar e informarse con sus medios alternativos.
Ya no es posible borrar de un plumazo a un genuino presidente.
Epílogo: me vuelvo a conectar al Yahoo a las ocho de la mañana... Y a la una de la tarde.... La noticia de la Fernández ya no está visible en los titulares de primera plana. Ni ninguna otra sobre Honduras...