Curiosamente, una obra del pintor veneciano Giambasttista Tiepolo (1696-1770) da fe de esta realidad. Se trata de «La Verdad desvelada por el Tiempo», una reproducción de la cual está ubicada en el Palacio Chigi, sede del gobierno de Italia, en Roma. El Tiempo, representado como un anciano de largas barbas, despoja de sus ropas a la Verdad, una joven agraciada, para mostrarla al mundo.
Justo detrás de Berlusconi, puede verse la alegoría de la Verdad, ya con su pecho izquierdo tapado. Foto: AP Pero parece que algún funcionario del gabinete del primer ministro derechista Silvio Berlusconi le ha susurrado al oído al Tiempo que se detenga, pues la Verdad dejaba ver su seno izquierdo muy cerca de la posición donde el jefe de gobierno suele situarse para hablar con la prensa, ¡y se lo ha tapado!
«Si se fijan —explicó a los periodistas el subsecretario de la presidencia del gobierno, Paolo Bonaiuti—, el pezón aparece encuadrado al lado del Cavaliere en las conferencias de prensa, y hemos considerado que esa visión podría ofender». Por tal razón, le han pintado un discreto velo en esa parte ¡a la misma figura que se supone debe ser desvelada!
Arreglados están los amantes del arte con semejante «celo moral». Adivino que el próximo sea el monumental David de Miguel Ángel, al que ya le estarán esculpiendo un pañalito de mármol. Y más asombra el gesto cuando se recuerda a Berlusconi haciéndole la señal de los cuernos a un colega suyo en el Consejo Europeo, o elevando en solitario el dedo corazón en otros actos públicos.
¿Raptos de decencia ahora? ¿O será un reflejo indirecto de quien, habiendo acompañado a los grandes mentirosos de este planeta en agresiones basadas en la mentira, y habiendo eludido él mismo el mazo de los jueces en más de una ocasión por medio de engañifas y dinero abundante, opina que la Verdad, mientras más vestida, más bonita?
A lo mejor pronto le colocan incluso un tapabocas...