Terminal de Ómnibus Foto: Tomada de Antiwar.com Casi es kafkiano, George W. Bush asegura que la opinión pública estadounidense está de acuerdo con él en mantener las fuerzas militares en Iraq. Así, a su manera, interpreta lo que ocurre en el país mesopotámico y el estado anímico de sus conciudadanos.
La agencia AP ha hecho un análisis de lo que el W. piensa, cuando está cada vez más aislado y la guerra le va mal. Para ello cita algunas de sus afirmaciones:
El pasado 24 de abril, refiriéndose a las elecciones que dieron mayoría en la Cámara y en el Senado a los demócratas que propugnan una fecha de retirada de Iraq, Bush expresó: «En noviembre, el pueblo estadounidense dijo que estaba frustrado y quería un cambio de nuestra estrategia en Iraq... Yo lo escuché. Hoy, el general David Pretraeus está implementando una estrategia que es dramáticamente diferente a nuestro rumbo previo».
Por supuesto, la maniobra militar puesta en práctica implicó enviar más brigadas a Iraq, especialmente a la zona de Bagdad y a la provincia Anbar, y para cuando termine este año habrán duplicado ese reforzamiento, sin que se vea posibilidad alguna de éxito en el escenario bélico, por el contrario, las pérdidas estadounidenses se incrementan a diario, y cuando mayo está casi finalizando, la cifra de soldados yanquis caídos llega ya a 3 455.
Los números fatales ejemplarizan lo «correcto» de la solución Bush, quien insistió durante una conferencia de prensa reciente en su interpretación: «Muchos norteamericanos quieren saber cuándo... ¿Cuándo vas a ganar?».
Así que sacó sus propias conclusiones: «Yo admito que existe un puñado, o algunas personas, que simplemente dicen “saca las tropas de allí, no vale la pena”. Yo estoy totalmente en desacuerdo con eso. Al igual que la mayoría de los estadounidenses».
Pero, en realidad, la mayoría de los estadounidenses sí quieren que regresen las tropas. Un sondeo de AP dice que ese es el deseo del 55 por ciento de los votantes; otro de la cadena CBS y el periódico The New York Times muestra que el 63 por ciento quiere que se establezca un plazo de retirada; y una tercera encuesta de Gallup/USA Today afirma que el 59 por ciento de los estadounidenses desea que regresen las tropas ya, sin importarles ganar o no en Iraq.
Imbuido de su decisión de ganar a toda costa, este lunes, llamado Memorial Day en Estados Unidos, cuando rinden homenaje a los caídos en todas sus guerras, Bush no tuvo reparos en montar su espectáculo bélico-propagandístico en el cementerio de Arlington, donde están enterrados cerca de 368 000 soldados, y en el que lamentable e irresponsablemente —a causa de las pretensiones de dominación de George W. Bush y su banda— crece la sección 60, la tierra destinada a los muertos en Iraq y en Afganistán.
Para garantizar que nuevas banderitas de las barras y las estrellas marquen otras tumbas, se le acaban de conceder cien mil millones de dólares adicionales para ambas guerras. Es el «destino» estadounidense, dijo —a su manera y ante familiares de los caídos— Bush, el hijo...