La supuesta afectación a la salud del personal diplomático en La Habana fue utilizada por la extrema derecha estadounidense y la mafia cubanoamericana para justificar el endurecimiento de las sanciones contra Cuba. Este relato, desestimado varias veces por investigaciones de científicos internacionales y cubanos, también buscaba reforzar la idea de que Rusia y China son una amenaza para la seguridad mundial.