Manifestación en irlanda por la libertad de Palestina. Autor: IRNA Publicado: 22/05/2024 | 09:01 pm
Mientras las tropas israelíes recrudecen sus ataques genocidas en Gaza, los gobiernos de Noruega, Irlanda y España, anunciaron este miércoles que reconocerán al Estado palestino el 28 de mayo, como única salida para la paz en Oriente Medio.
Tras una de las noches más intensas de bombardeos israelíes a Rafah, en el extremo sur de Gaza, refugio de la mayor parte de la población desplazada del norte y centro de la Franja; el asalto al campamento de Jabalia en el norte y una violenta operación del ejército en Jenin, en la Cisjordania Ocupada, el pueblo palestino recibió esperanzado el anuncio.
Tanto Hamás, que opera en Gaza y enfrenta desde hace 229 días la campaña de tierra arrasada israelí —armada y financiada por Estados Unidos— como la Autoridad Nacional Palestina, que ejerce poderes limitados por la ocupación militar sionista en Cisjordania, expresaron su beneplácito ante la decisión de los tres países de la Unión Europea.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, acogió con satisfacción el reconocimiento. Hamás, por su parte, dijo que «este es un paso importante en el camino para fundamentar el derecho del pueblo palestino sobre su tierra, incluido el establecimiento de un Estado palestino independiente con Jerusalén como su capital».
Al hacer el anuncio, el primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre, afirmó que «no puede haber paz en Oriente Medio si no hay reconocimiento».
«Al reconocer un Estado palestino, Noruega apoya el plan de paz árabe», afirmó y destacó que el país escandinavo «considerará a Palestina como un Estado independiente con todos los derechos y obligaciones que ello conlleva».
Por su parte, el primer ministro irlandés, Simon Harris, dijo que el reconocimiento tenía como objetivo ayudar a que el conflicto palestino-israelí se resolviera mediante una solución de dos Estados.
Irlanda planea reconocer el Estado palestino basándose en sus fronteras definidas antes de la guerra de junio de 1967, afirmó el ministro de Asuntos Exteriores, Micheal Martin.
«Cuanto más seamos —dijo a su vez el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez— más fuerza tendremos para imponer un alto el fuego, para lograr la liberación de los rehenes en poder de Hamás, para relanzar el proceso político que pueda conducir a un acuerdo de paz».
Las expresiones de apoyo a una solución verdadera y pacífica se han extendido en Europa en particular. El primer ministro de Eslovenia, Robert Golob, afirmó en un comunicado que «los palestinos necesitan algo más que un simple gesto simbólico de reconocimiento».
El Ministro de Asuntos Exteriores noruego, Espen Barth Eide, declaró que está «claro» que el Gobierno de Israel «no tiene intención de negociar con la parte palestina».
No se hizo esperar la respuesta airada de Israel. El Gobierno del primer ministro Benjamín Netanyahu decidió este miércoles retirar de «inmediato» sus embajadores en Noruega, Irlanda y España.
Según la Administración de Netanyahu, atender al reclamo de más de siete décadas de los palestinos es un «premio» para Hamás, al que Washington y Tel Aviv califican de «terrorista». Su Ministro de Exteriores fue más allá y advirtió que su país tomará próximas medidas contra los gobiernos que avalan el reconocimiento de un Estado palestino.
«Israel no permanecerá en silencio: habrá consecuencias más graves», amenazó. «La locura irlandesa-noruega no nos detiene; estamos decididos a lograr nuestros objetivos: restablecer la seguridad de nuestros ciudadanos, desmantelar a Hamás y traer a los rehenes a casa», sentenció.
De Washington, una reiteración. El Gobierno de Joseph Biden, que ha concedido una reciente ayuda militar a Israel de 26 000 millones de dólares, y abastece todo el material bélico para la matanza, que ha dejado hasta el día 229 del actual genocidio 35 709 muertos palestinos, de ellos 15 000 niños, repitió su postura, de que el reconocimiento de un Estado palestino debe producirse tras conversaciones entre las dos partes directamente involucradas y «no por reconocimientos unilaterales».
Sin embargo, desde 1978 hasta la fecha, incluso después de los acuerdos de Oslo de 1991, que estipularon una vía de negociaciones para la paz y el establecimiento de un Estado palestino, todas las gestiones fracasaron, debido al confeso rechazo de los gobiernos israelíes de extrema derecha, con la anuencia de EE. UU. que ha vetado cualquier intento de la comunidad internacional de poner en vigor lo justo y acordado.
El propio Netanyahu ha proclamado en días recientes su repudio de un apetitoso acuerdo de normalización de relaciones plenas con Arabia Saudita, gestionado por Estados Unidos, si ha de implicar la aceptación de «una vía creíble» para la creación de un Estado palestino, reclamado como condición necesaria por parte del reino de Riad.
A los 144 de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas que reconocen un Estado palestino —incluida la mayor parte del sur global y tres grandes naciones emergentes como Rusia, China e India—, se van sumando los países europeos. Es la exigencia del mundo.