Brigada del ejército israelí. Autor: IDF Publicado: 12/02/2024 | 06:12 pm
GAZA, febrero 11.— Los soldados israelíes confiscaron 200 millones de shekels (54,29 millones de dólares) de la sede del Banco de Palestina en Gaza y la medida «fue decidida a nivel político», afirmaron diversos medios de prensa.
Si bien robar a sus víctimas palestinas es una práctica común del ejército de ocupación israelí, el último robo a la sede del Banco de Palestina en Gaza es diferente, ya que tuvo motivaciones políticas, dijo el ejército israelí, según informó el domingo el periódico israelí Maariv, que fue citado por la agencia de noticias Anadolu.
Maariv, en referencia a los oficiales israelíes, dijo que una fuerza militar tomó los fondos asignados para la Autoridad Palestina con sede en Ramallah en el barrio de Al-Rimal la semana pasada. No hubo comentarios de la Autoridad Palestina ni del Movimiento de Resistencia Palestina Hamás sobre el informe, señaló Palestine Chronicle.
El ejército israelí, sin embargo, justificó el robo con una lógica única. «Soldados israelíes estuvieron en la sede del Banco de Palestina en Gaza la semana pasada para impedir que el dinero llegara a Hamás», dijo a Maariv un portavoz militar israelí, sin proporcionar más detalles, aunque afirmó que el paso «fue decidido a nivel político».
A pesar del fallo provisional de la Corte Internacional de Justicia el mes pasado, Israel continúa su ofensiva mortal en la Franja de Gaza. Según el Ministerio de Salud de la Franja, 28 340 palestinos han muerto y 67 984 han resultado heridos en el actual genocidio de Israel en Gaza que comenzó el 7 de octubre. Además, al menos 8.000 personas están desaparecidas y se presume que han muerto bajo los escombros de sus hogares en toda la Franja. Organizaciones palestinas e internacionales dicen que la mayoría de los muertos y heridos son mujeres y niños.
La agresión israelí también ha provocado el desplazamiento forzoso de casi dos millones de personas de toda la Franja de Gaza, y la gran mayoría de los desplazados se han visto obligados a trasladarse a la densamente poblada ciudad sureña de Rafah, cerca de la frontera con Egipto, en lo que se ha convertido en la ciudad más grande de Palestina, desde el éxodo masivo de la Nakba de 1948.
Precisamente, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, redobla en estos días sus planes para atacar Rafah a pesar de las crecientes críticas. Se estima que 1,5 millones de palestinos están hacinados en Rafah, que tenía una población de 275 000 antes del actual genocidio.
La mayoría de las personas que se refugian en la ciudad viven en las calles en tiendas de campaña, y muchas han sido desplazadas varias veces desde que Israel desató su ataque hace ya más de cuatro meses.
El viernes, Netanyahu ordenó al ejército israelí que elaborara un plan de evacuación para Rafah, pero no está claro adónde irán los palestinos que se refugian allí. Unas horas después de que Netanyahu dijera que había ordenado el plan, ataques aéreos israelíes alcanzaron edificios residenciales en Rafah, que se han extendido el domingo por la noche y en la mañana del lunes, con saldo de decenas de muertos.
Los grupos de ayuda advierten que un ataque israelí a gran escala contra Rafah sería un «baño de sangre» debido a la concentración de palestinos.
Egipto, que limita con Rafah, amenaza con cancelar su tratado de paz de 1979 con Israel si ataca la ciudad. El Cairo se opone firmemente a cualquier cosa que pueda provocar una afluencia de refugiados palestinos que entren en su territorio a través del desierto del Sinai.
En respuesta a las críticas, Netanyahu afirmó a ABC News que no tenía otra opción. «Aquellos que dicen que bajo ninguna circunstancia debemos entrar en Rafah básicamente están diciendo que perdamos la guerra y mantengamos a Hamas allí», apuntó.
Según Palestine Chronicle, el domingo, el presidente de EE. UU., Joseph Biden, habló con Netanyahu y dijo que Estados Unidos apoyaría un ataque a Rafah si Israel tuviera un plan para evacuar a los civiles; al mismo tiempo, Washington continúa brindando ayuda militar incondicional al régimen de Tel Aviv, a pesar del enorme número de muertes civiles.
A solicitud de Argelia, el Consejo de Seguridad de la ONU debatiría este lunes la situación en Rafah.