La comunidad internacional clama por el cese de las escenas atroces que ha desatado el Ejército Israelí en la Franja de Gaza. Autor: Reuters Publicado: 13/12/2023 | 11:42 pm
El primer ministro Benjamín Netanyahu sueña todavía con derrotar a Hamás, que asesta duros golpes al ejército israelí. A pesar del público descarte por Washington como el jefe de Gobierno conveniente a Israel, en medio del masivo repudio mundial a la barbarie de Gaza, anunció este miércoles su intención de seguir la guerra hasta una «victoria final» cada vez más improbable.
En un síntoma evidente de pérdida de contacto con la realidad, a poco de informarse la muerte de diez soldados al caer en una emboscada de la Resistencia Palestina en uno de los barrios reducidos a escombros, Netanyahu proclamó este miércoles que ninguna presión internacional frenará la guerra en Gaza. «Nada nos detendrá, vamos hasta el final, hasta que salgamos victoriosos, y nada menos», dijo.
En realidad, la ofensiva tanto en el norte como en el sur de la Franja no le va tan bien, tras 68 días de masivos bombardeos aéreos. En un informe actualizado el ejército reportó 1 645 soldados heridos y el cómputo de soldados muertos desde el inicio de la operación terrestre se eleva a 115, aunque las cifras de los hospitales citadas en la prensa son mayores.
La estrategia del Primer Ministro y su gabinete de guerra prolongada entró en una funesta colisión con su aliado (y jefe de operaciones) estadounidense, que desde hace ya algunos días muestra impaciencia e incomodidad con el curso de la operación que secundó con todo su arsenal, apoyo logístico y discreto asesoramiento.
Esos trascendidos no son la tónica de los medios de información israelíes, en particular la televisión, donde se critica la gestión política de Netanyahu, pero se ocultan a la población que apoya la guerra los episodios genocidas, con las escenas de los miles de niños y mujeres asesinados.
Sin embargo, el impacto mundial de esas matanzas terminó por determinar el giro del presidente Joseph Biden, al expresar sus críticas al equipo gobernante de Netanyahu dominado por sionistas ultraortodoxos, que predican el exterminio o expulsión de la población palestina de lo que consideran «la tierra de Israel».
Por cierto, el Gobierno español del recién juramentado presidente Pedro Sánchez inició la sublevación de los 17 Estados miembros de la Unión Europea que el martes estuvieron entre los 153 países que votaron a favor de la resolución de la Asamblea General de Naciones Unidas, la cual reclamó un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza. Es decir, que salieron del bloque occidental que dio ciego y unánime respaldo el 7 de octubre a la guerra de Israel contra Hamás.
La resolución de la Asamblea General de la ONU se concentró en «la situación humanitaria catastrófica en la Franja y el sufrimiento de la población palestina», y aunque incluyó también un llamamiento a la liberación de todos los rehenes, no mencionó a Hamás por su nombre. Al decir del diario El País, a «Israel se le ha complicado en las últimas horas el frente militar y el frente diplomático».
Las enconadas batallas que se libran en Gaza y las continuas bajas demuestran que en el tercer mes de guerra, la resistencia armada palestina sigue enfrentando de manera seria a las tropas de ocupación. Y basta recordar que entre los militares israelíes muertos figura un teniente coronel, el militar de más alto rango que pierde la vida durante la incursión terrestre.
La crisis humanitaria, sin embargo, aflora en los datos del Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, que este miércoles situó en 18 608 personas asesinadas por los continuos bombardeos del Ejército sionista mientras 50 594 resultaron heridas, a los que se añade un número desconocido de los miles sepultados bajo los escombros.
Según informó el diario israelí Haaretz, después de «una crítica inusual», Biden decidió enviar al asesor de seguridad nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, para conversar sobre el calendario de la guerra en Gaza.
A los gobernantes sionistas, añadió, les preocupa que el funcionario de la Casa Blanca tenga el propósito de establecer un plazo de apenas unas semanas para que Israel ponga fin a la guerra de Gaza.
En términos diplomáticos, tras sentenciar a Netanyahu, Biden manda a Sullivan a organizar la ejecución y sepultura del político israelí con más años atornillado al sillón de Primer Ministro.