La tristeza se cierne sobre toda Libia debido a la tragedia provocada por la tormenta Daniel y el colapso de dos presas a consecuencia de las lluvias torrenciales.
La simpatía y la solidaridad hacia el pueblo de la nación del Norte africano ha llegado prácticamente en cada una de las intervenciones de dignatarios, ministros y funcionarios reunidos en La Habana en la Cumbre del G77 y China.
En sus palabras al encuentro, el Embajador libio en Brasil afirmó que el consuelo sería ver a su país de nuevo en pie y apeló al apoyo de los Gobiernos presentes.
También se reprodujeron los sentimientos hacia Marruecos, por el terremoto que la sacudiera hace pocos días.
Incendios forestales, inundaciones, sequías, ciclones y terremotos cada vez más violentos y frecuentes, las más altas temperaturas jamás registradas… son noticias de primera página casi a diario y en todas las latitudes de la Tierra.
Recordamos una de las numerosas ocasiones en que Fidel nos alertó: «Entre los enormes daños que el capitalismo ha hecho a la humanidad, no solo está el Tercer Mundo, no solo está el mundo subdesarrollado, no solo están los miles y miles de millones de gente que viven en la pobreza —y en una pobreza que crece, en una pobreza cada vez mayor—, sino que ha deteriorado la naturaleza, ha destruido el medio ambiente, ha creado problemas gravísimos, ha descuidado los bosques, ha descuidado los suelos, ha contaminado los mares, los ríos, la atmósfera; ha creado los problemas con la capa de ozono, ha creado los problemas del efecto invernadero que muchos científicos dicen que es ya irreversible, el fenómeno del calentamiento de la tierra por exceso del consumo de combustibles fósiles».
Lo definió en pocas y contundentes palabras: «Una importante especie biológica está en riesgo de desaparecer por la rápida y progresiva liquidación de sus condiciones naturales de vida: el hombre». Estas últimas fueron dichas en Río de Janeiro en 1992.
Esas palabras son como fotos del evento extremo en Libia, donde posiblemente estén desaparecidas más de 20 000 personas, que nos recuerda los efectos cada vez más multiplicados del cambio climático, uno de los desafíos mayores identificados y que requieren una respuesta mancomunada y urgente, pero sobre todo la participación del norte desarrollado, al que se deben los mayores daños medioambientales al planeta.