La expectativa de la Cumbre ha repercutido en la opinión pública internacional. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 15/09/2023 | 01:05 am
Son muchas las potencialidades y la determinación de los que en 1964 se integraron en un conjunto de países, llamado, en sus prolegómenos, como Grupo de los 77, el cual creció hasta 134 naciones, para convertirse en la mayor organización intergubernamental de Estados dispuestos a lograr su desarrollo. Países del sur que hoy se encuentran nuevamente en La Habana porque tienen conciencia de la necesidad de articular sus intereses económicos para mostrar la fuerza que contienen en cualquier negociación conjunta sobre los temas desafiantes de un mundo en transición, en el cual debe prevalecer la multilateralidad frente a la unipolaridad y la hegemonía.
El Palacio de Convenciones abre sus puertas y salones remozados a centenares de delegados, que representan al 80 por ciento de la población mundial y más de las dos terceras partes de la membresía de las Naciones Unidas. Ellos vienen a renovar, casi 60 años después y en momentos cruciales, tiempos difíciles para el planeta y la Humanidad, una visión de unidad —aunque diversa—, ante reclamos viejos y postergados y también los nuevos desafíos, dispuestos a cerrar brechas injustas que les siguen negando el desarrollo.
No es frase hecha, la demanda de un nuevo orden económico está vigente, cuando los problemas se acumulan y parecen vivir en un mundo en permanente crisis, quizá las más evidentes son las profundas diferencias económicas, lo injusto de una complejidad climática que pone en vilo la supervivencia ambiental, donde la mayor responsabilidad de su deterioro está en el norte desarrollado y los peores, y hasta catastróficos resultados, en este sur, reunido ahora en Cuba.
A muchos les reclaman y agobian con deudas externas, «impagables» dijo con mucha razón el Comandante en Jefe Fidel Castro, cuando a ellos se les debe y muchísimo más por siglos de explotación y coloniaje, como es el caso de los países africanos.
Por supuesto, la COVID-19 profundizó problemas de salud y sanitarios, y en el remolino de enfrentamientos bélicos, amenazas y sanciones, la crisis alimentaria no ceja.
La ONU se propuso un plan general para esta Tierra, le llamó Agenda 2030 y, supuestamente, los ricos contribuirían para sacar del pozo a los pobres. Sin embargo, hay quienes ya ponen en duda que se logren esos objetivos.
El secretario general António Guterres anticipó que venía a La Habana al encuentro del G77 y China para conocer las necesidades y metas del bloque ante la próxima Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que se reunirá la semana próxima en Nueva York, en el entorno de la 78va. Asamblea General de las Naciones Unidas.
De seguro en esta mañana de viernes, cuando se dirija al plenario, reiterará su convocatoria a reformar los sistemas financieros internacionales y las instituciones multilaterales para que estas reflejen el mundo de hoy y se escuchen las voces de los países en desarrollo.
Retos actuales del desarrollo: Papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, lema de la convocatoria cubana en su condición de presidente pro tempore en este 2023, no debe ser una utopía, sino una vía para la acción de los del sur global, como algunos le llaman, entre ellos el presidente del gigante sudamericano, Luis Inácio Lula Da Silva, que desde hace días había confirmado su asistencia al cónclave.
Estaremos escuchando sobre temas esenciales, medulares y, sin exageración, de vida o muerte. El G77 y China no quieren dádivas, quieren la capacidad de su propia movilización, fuerzas y potencialidades, sin que nadie les ponga obstáculos aprovechados y egoístas al impulso de sus pueblos jóvenes para poder usar sus recursos y en su beneficio.
Está claro que hay dos palabras claves para conseguir los propósitos del desarrollo: unidad y consenso. Cuba tiene en su experiencia y tradición la posibilidad de lograr esa concertación; y es evidente que en estos dos días de fin de semana, contribuirá a que prevalezcan los intereses comunes frente a los permanentes intentos de división que emanan de un mundo desarrollado que no quiere compartir lo que alcanzaría para todos si fuera mejor distribuido.
En la experiencia cubana está la solidaridad, la colaboración, la cooperación y también puede hablar con resultados tangibles,
y desde la modestia, de sus logros en la ciencia, la tecnología y la innovación, que pudieran ser muchos más sin el valladar del bloqueo.
Precisamente esos fueron los temas de una exposición inaugurada el jueves en el Palacio de Convenciones de La Habana, donde, en dos paneles, se exhiben en síntesis algunos de los principales hitos alcanzados por el país caribeño en esas áreas durante las últimas seis décadas, muestra que lleva por título Retos actuales del desarrollo: papel de la ciencia, la tecnología y la innovación, en coincidencia con el tema central del evento.
Al inaugurar la exposición, la embajadora a cargo de las relaciones culturales y académicas de la Cancillería cubana, Teresita Vicente, manifestó que los resultados de la Isla en estos frentes son fruto del propósito anunciado por el líder histórico de la Revolución Fidel Castro, cuando en 1960 dijo que el futuro de la patria tenía que ser necesariamente de hombres de ciencia, informó la agencia noticiosa Prensa Latina.
De seguro vela por el éxito de este encuentro en La Habana la valoración que hizo Fidel en estos mismos salones, en abril de 2000, durante la primera Cumbre del Sur: «El Grupo de los 77 necesita de una reflexión colectiva sobre cómo enfrentar las nuevas realidades mundiales para tener acceso al desarrollo, erradicar la pobreza, defender las culturas y ocupar el lugar que le corresponde en la toma de decisiones globales que a todos afectan (…). Formamos un conjunto de países caracterizados por la diversidad en cuanto a la geografía, las culturas y los niveles de desarrollo económico. Esa diversidad no debe ser debilidad, sino fuerza».
Buenos pronósticos en encuentros bilaterales
Con la llegada de numerosas delegaciones a La Habana, y propiciadas por la oportunidad que brinda el Grupo de los 77 y China, se desarrollaron también muy diversos encuentros con autoridades cubanas, que permiten pronosticar el éxito del encuentro de los Estados del sur.
El jueves, el ministro de Relaciones Exteriores Bruno Rodríguez Parilla suscribió acuerdos bilaterales con sus pares de Ruanda, Burundi y Uganda, en la sede de la Cancillería. Con el ruandés Vincent Biruta, dos instrumentos referidos a las consultas políticas intercancillerías y la exención de visados; con el ugandés Jeje Odongo, un Memorando de Entendimiento sobre Consultas Políticas Intercancillerías; y con el jefe de la diplomacia de Burundi, Albert Shingiro, acuerdos sobre la exención de visados y las consultas políticas periódicas, según informó PL.
Además, el Canciller cubano sostuvo un encuentro con su homólogo del estado insular africano de Cabo Verde, Rui Alberto de Figueiredo, y en el diálogo constataron la voluntad de fortalecer los vínculos de cooperación entre ambos países y las oportunidades en áreas de interés común.
Por su parte, el director general de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Qu
Dongyu, sostuvo un encuentro con el ministro de Agricultura, Ydael Pérez, según informó, en la cuenta de la red social X, la Presidencia cubana. La FAO y esa cartera trabajan de conjunto para fortalecer las producciones de alimentos en la Mayor de las Antillas y durante su estancia en la Isla, Qu también tendrá encuentros con líderes y autoridades de gobierno participantes en la Cumbre.
Asimismo, visitará el proyecto de desarrollo local Finca Vista Hermosa, ubicado en el capitalino municipio de Guanabacoa, una finca beneficiaria de varias iniciativas de la FAO en el país, que promueve la transformación de los sistemas agroalimentarios para hacerlos más inclusivos, eficientes, sostenibles y resilientes.
José M. Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, fue recibido por Alejandro Gil Fernández, vice primer ministro y ministro de Economía y Planificación de Cuba, un encuentro que permitió evalauar las prioridades de la economía cubana y regional y los complejos desafíos que se enfrentan.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe es una de las cinco comisiones regionales de Naciones Unidas y busca contribuir al desarrollo económico de esa región, y en el marco de este encuentro Cumbre en La Habana también se reunió con el vice primer ministro y ministro del Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Ricardo Cabrisas.
Los participantes del magno evento en el capitalino Palacio de las Convenciones, podrán apreciar la exposición que recrea los avances de la sociedad cubana en materia científica e investigativa. Foto: @cubaMINREX/X
Colateralmente, la Cumbre del G77 y China ya anticipaba ser un evento ampliamente participativo y fructífero para Cuba y para las delegaciones de alto nivel que han sido recibidas con la mayor hospitalidad y calidez.
Cuba es leal a los propósitos y principios del Grupo, mantiene su atención a las necesidades de los países en desarrollo, se apega firmemente al reclamo del derecho al desarrollo en medio de un orden internacional cada vez más excluyente e injusto, como dijera el Canciller en la rueda de prensa con la cual inauguró el pasado miércoles la Sala de Prensa, y que será ratificado este viernes por el Presidente Miguel Díaz-Canel.
Desde alguna prensa del llamado mundo occidental, la omisión ante tan importante encuentro es la respuesta; sin embargo, otros no pudieron dejar de reconocer las verdades, aunque se permitieron clásicas visiones sesgadas…
France24, al informar decía que «expertos» coinciden con que esta Cumbre es una victoria diplomática del Gobierno de la Isla. «Esta es una gran ocasión para Cuba porque le da impulso a sus posibilidades de protagonismo internacional, capitalizando lo que ha sido la política exterior de Cuba bajo el Gobierno de los Castro y ahora bajo el Gobierno de Díaz-Canel, ya que han tenido vinculación con muchos países en el mundo y una política exterior muy activa, y con esto se reafirma este protagonismo cubano en el sistema internacional, a pesar de ser un pequeño país», aseguró Andrés Serbin, Doctor en Ciencias Políticas y analista internacional.