Lenguaje en señas cubana. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 21/09/2017 | 06:24 pm
Cada 23 de septiembre se celebra en todo el mundo el Día de las lenguas de señas, establecida por las Naciones Unidas (ONU) en 2018 con el fin de concienciar sobre la importancia de estas para la plena realización de los derechos humanos de las personas sordas.
Según la Federación Mundial de Sordos, existen aproximadamente 70 millones de personas sordas en todo el mundo. Más del 80 por ciento vive en países en desarrollo y como colectivo, utilizan más de 300 diferentes lenguas de señas, refiere hoy el sitio oficial de ONU.
En tal contexto, compartimos con nuestros lectores cinco curiosidades para acercarles al bello mundo del lenguaje de señas y al impacto positivo que este causa en las vidas de millones de personas.
El surgimiento de la lengua de señas tiene al menos 200 años, aunque sus investigadores creen que es impreciso tratar de situar un año específico para su origen.
Tras varios estudios lingüísticos se demostró la particularidad de su estructura, gramática y vocabulario, que en 1960 comenzó a verse como una lengua independiente.
Hoy existen más de 300 lenguas de señas en todo el mundo. Cada país tiene la suya e, incluso, a veces en una misma nación se puede encontrar más de una. Lo curioso en este caso es que son distintas, si bien se comparte la lengua hablada. Así, los señantes no se comunican igual en México, que en España o Cuba, aunque el idioma convencional sea común, en este caso, el español.
Al contrario de lo que muchos creen, no es sencillo para un hablante de señas comunicarse entre la comunidad de países distintos, aún si se trata del mundo hispanohablante. Las señas entre un pís y otro son distintas para nombrar las cosas, por lo que varía el léxico.
En una conversación, precisa un trabajo de la agencia Telesur, los interlocutores no miran las manos, sino la cara, debido a que la expresión del rostro expresa situaciones gramaticales. Una pregunta y una afirmación a esa misma interrogante, por ejemplo, posee las mismas señas, por lo que la expresión facial es clave para saber si se afirma o se interroga.
A pesar de que la conciencia por la enseñanza y mantenimiento de estas lenguas crece, hay millones d epersonas sordas sin acceso a aprenderlas, por lo que es necesario continuar la promoción de esta necesidad comunicativa, un verdadero esfuerzo por la inclusividad desde el lenguaje.