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Este Biden en la ONU lleva la sombra de Trump. Autor: Tomado de Internet Publicado: 21/09/2021 | 07:20 pm
Al desmontar el discurso del Presidente estadounidense en la apertura del 76to. período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, inaugurado este martes en la sede de la organización en Nueva York, el canciller cubano, Bruno Rodríguez Parrilla, afirmó que la Casa Blanca carece de autoridad moral para impulsar iniciativas a favor de la paz, la dignidad humana y el desarrollo internacional.
De cara a una intervención en la cual Joe Biden alabó el compromiso de su Gobierno con las organizaciones multilaterales y defendió los intereses geopolíticos de Estados Unidos, Rodríguez Parrilla denunció en su cuenta en Twitter la estrategia divisionista de Washington.
El Gobierno del presidente Biden comete un grave error, con consecuencias para todos, en su empeño por dividir al mundo entre quienes se le someten y quienes defienden con dignidad su derecho soberano a la autodeterminación, apuntó el Canciller, según refiere Prensa Latina.
El Ministro cubano denunció que la aplicación disimulada de la política exterior errada y peligrosa de Donald Trump compromete al actual Gobierno de esa potencia norteña con la misma responsabilidad por el daño a la paz y la estabilidad internacional y sus graves consecuencias. La mayor amenaza a ese país es la creciente polarización política y el extremismo dentro de su territorio, y para América Latina la imposición de la imperialista Doctrina Monroe, escribió.
En su discurso en la ONU, Biden quiso desmarcarse de su predecesor y reiteró que Estados Unidos «está de vuelta en la mesa en los foros internacionales, especialmente en Naciones Unidas, para centrar la atención y estimular la acción global en los desafíos compartidos», pero son evidentes las similitudes prácticas del demócrata con el republicano.
Al reseñar el discurso del Presidente norteño, el multicanal TeleSur destaca su afirmación de que Estados Unidos se reserva el derecho de responder, de la forma que considere apropiada, los ataques contra él o sus aliados, sin especificar qué entendía por «apropiada».
Pese a lamentar las muertes ocasionadas por la COVID-19 —su país encabeza el listado, con poco más de 673 000 decesos—, señalar efectos del cambio climático y llamar a ser «más ambiciosos» en pro de una economía verde, Biden no pudo evadir su genética imperial al defender las alianzas económicas y militares de Washington alrededor del mundo.
El Presidente respaldó en particular la Aukus, alianza que ha provocado roces diplomáticos con Francia y protestas de China y Corea del Norte por la venta de submarinos nucleares a Australia.
Otro punto discutible en su discurso fue el referido a las donaciones de vacunas, «sin condiciones», de Estados Unidos en el marco de Covax. Biden obvió apuntar que el ofrecimiento a Cuba, en julio, exigía que estas fueran aplicadas al margen del Gobierno del país.
En vieja costumbre de emperadores, Joe Biden señaló países, todos del Tercer Mundo, que a su juicio son regímenes autoritarios. La injerencia habitual le llevó a «rendir homenaje» a los manifestantes y activistas que, a su juicio, mantienen «viva» la democracia en Cuba y Venezuela. De momento, en Twitter, ya el Canciller cubano le respondió.
