WASHINGTON, junio 18.— Facebook ha eliminado este jueves anuncios de la campaña de reelección de Donald Trump, que presentaban un símbolo utilizado por los nazis para etiquetar a los presos políticos en los campos de concentración. La compañía ha afirmado que las publicaciones que contenían un triángulo amarillo superpuesto por un triángulo rojo «violaban la política contra el odio organizado».
«Eliminamos estas publicaciones y anuncios por violar nuestra política contra el odio organizado. Nuestra política prohíbe el uso del símbolo de un grupo de odio prohibido para identificar prisioneros políticos sin un contexto que condene o discuta el símbolo», afirmó un portavoz de Facebook, Andy Stone.
Los polémicos anuncios, que empezaron a publicarse en la página del mandatario, del vicepresidente Mike Pence y en la página de la campaña «Team Trump» (Equipo Trump), llamaban a los usuarios a firmar una petición para aclamar la «decisión de Trump de declarar a Antifa como una organización terrorista» porque «peligrosas turbas de grupos de extrema izquierda están corriendo por nuestras calles y causando un caos absoluto».
Cabe mencionar que Trump y su administración culpan al movimiento Antifa (abreviación de «antifascista»), por los disturbios y saqueos que han estallado durante algunas protestas contra la brutalidad policial en todo el país, dijo RT.
Por su parte, Tim Murtaugh, un portavoz de la campaña de Trump, comunicó que «el triángulo rojo es un símbolo antifa» y que la marca no está incluida en la base de datos de símbolos de odio de la Liga Antidifamación (Anti-Defamation League). No obstante, el director ejecutivo del organismo, Jonathan Greenblatt, condenó su uso para fines políticos y lo calificó como «ofensivo y profundamente preocupante».
«No es difícil criticar a su oponente político sin usar imágenes de la era nazi», dijo Greenblatt. «Pedimos a la campaña de Trump que tome mayor precaución y se familiarice con el contexto histórico antes de hacerlo. La ignorancia no es una excusa para apropiarse de símbolos de odio».
Entretanto, en Bethel, una pequeña manifestación pacífica destinada a mostrar solidaridad con la comunidad negra, minoritaria en esa localidad, de unas 2 800 personas a 30 millas al este de Cincinnati, fue hostigada por cientos de contramanifestantes, algunos armados con fusiles y bates de béisbol.
The Guardian reportó que Alicia Gee, una maestra de escuela sustituta de 36 años, esperaba que unas 50 personas asistieran a la manifestación a favor de las protestas Black Lives Matter —la primera que había organizado—, y llegaron casi al doble los participantes, según dijo al Cincinnati Enquirer.
Refiriéndose al asesinato de George Floyd y otros afroamericanos a manos de la policía, Gee dijo en una publicación de Facebook que tal brutalidad me hizo ver «perfectamente claro, que es hora de que mi confort sea puesto a un lado, y utilice mi cuerpo, mi voz y mi privilegio para mostrar a mi ciudad que no está “bien”, que no es solo “la gente de la ciudad” la que tienen el derecho de reunirse pacíficamente, y es también de Black Lives Matter, incluso si hay solo unos pocos en nuestra ciudad».
Pero la pacífica protesta solidaria con la población negra se vio envuelta por hombres armados defensores de los «derechos» a portar armas y grupos a favor de la policía más unas 250 personas en motocicletas, lo que obligó al grupo a moverse a dos cuadras de su ubicación original y condujo a un tumulto en el pueblo.
Algunos gritaban «Esto no es Seattle. Este es un estado republicano» y uno de los videos que circulaba ampliamente muestra a un hombre que lleva como cinta un pañuelo de la bandera confederada, golpeando a un manifestante contra el racismo en la parte posterior de la cabeza frente a un oficial de policía, que no hace ningún intento de arresto luego de esa agresión física.
Otras muestras de racismo se dan en Estados Unidos. En Atlanta, en las horas posteriores a que el fiscal de distrito anunciara cargos por delitos graves y otras acusaciones contra el exoficial Garrett Rolfe por su papel en el asesinato del afroamericano Rayshard Brooks, comenzaron a circular informes en los medios de comunicación locales y nacionales de los agentes de policía de Atlanta reportándose enfermos justo antes de un cambio de turno y no respondiendo a llamadas en varias de las zonas policiales de la ciudad.
En las redes sociales aparecieron las etiquetas o hashtags #WhiteStrike (Huelga blanca), #BlueFlu (Gripe Azul) y #AtlantaBlueFlu que se convirtieron en tendencia este jueves.
Por otra parte, una manifestante de Filadelfia podría estar enfrentando 80 años de cárcel, después de que las imágenes de coches de policía incendiados fueran rastreadas en línea por personal del FBI, una cacería que abarcó el comercio electrónico y los sitios de redes sociales.
Según el Departamento de Justicia, los investigadores estaban buscando a una mujer que había dejado en llamas dos vehículos policiales durante las manifestaciones en Filadelfia. Lore-Elisabeth Blumenthal, de 33 años, se enfrenta a un mínimo obligatorio de siete años y a una pena máxima de 80 años si es condenada, así como a una multa de hasta 500 000 dólares.