Los argentinos han rechazado los acuerdos de Macri con el FMI Autor: Reuters Publicado: 05/09/2019 | 10:02 pm
«La bomba le explotó a Macri en las manos», tituló hace unos días el diario argentino Página 12, y llevaba razón.
El estremecimiento en las finanzas nacionales es resultado de la propia obra del mandatario y, posiblemente, ha estallado antes de lo pensado, cuando su apabullante derrota en las elecciones primarias activó el detonante.
Sin poder esperar a diciembre, mes en que se debe efectuar el cambio de Gobierno que todos estiman dejará a su oponente Alberto Fernández en el poder, el mandatario ha debido tomar medidas urgentes antes criticadas y, por tanto, impensadas en él.
A saber, una renegociación del 85 por ciento de las deudas a corto plazo para postergar las fechas de los pagos, y el control de cambio, de manera no solo de frenar la salida de dinero de las enflaquecidas reservas sino, además, de tratar de contener la caída del peso frente al dólar.
Se trata de lo que Macri antes llamó «cepo» y que establece, entre otras disposiciones, que las empresas exportadoras deberán liquidar sus divisas en el mercado local y no podrán comprar dólares con fines de atesoramiento sin previa autorización del Banco Central.
En tanto, los particulares podrán comprar hasta 10 000 dólares mensuales y verán limitadas sus operaciones de transferencias al exterior, aunque no se obstaculizarán las operaciones de extracción de divisas que ya estén en sus cuentas bancarias, reportaron agencias de prensa.
También tuvo que aceptar el jefe de Cambiemos lo que nadie esperaba: postergar los pagos de vencimiento de deuda al FMI, en lo que el nuevo ministro de Economía, Hernán Lacunza, ha llamado eufemísticamente «reperfilar» los pagos al organismo, del que Buenos Aires espera la entrega, este mes, de un nuevo tramo de unos cinco mil millones de dólares, como parte del total del histórico crédito por más de 50 000 millones de dólares que Macri le pidió al Fondo, y que ha atado nuevamente al país.
Todavía no puede saberse si estos pasos resultarán efectivos para detener la subida del dólar en detrimento del peso, que llegó a 60 por uno, bajar el riesgo país y contener la inflación… además de a la gente que protesta por la baja en la calidad de vida.
El FMI dijo que observa la evolución. Y, el ejecutivo, que se necesita estabilidad. Esto es cierto.
Las presidenciales serán en octubre, y cada vez más Fernández, del peronista Frente para Todos, adquiere relevancia en medio de la debacle de la «economía macrista».
El Fondo, que también olfatea lo que se avecina, pidió reunirse con el candidato opositor en su última visita. El aspirante del Frente dijo que si llega a la presidencia no acudiría al default. Pero Macri ya se le ha adelantado con este default parcial y, ciertamente, sin otro remedio, le está adelantando el trabajo si, como predijeron las Elecciones Primarias abiertas, simultaneas y obligatorias (PASO), el peronismo con los antineoliberales se llevan el triunfo.
Mientras, la carrera presidencial sigue y ya ha puesto fecha para los debates que pondrán cara a cara a los adversarios. Serán el 13 y el 20 de octubre los encuentros y, si hubiera balotaje, habría otro el 17 de noviembre.
Pero la mejor campaña tiene lugar ya, gracias a las esquirlas que ha lanzado por doquier la bomba.