Duque visitó Estados Unidos en febrero Autor: Reuters Publicado: 30/03/2019 | 09:45 pm
Donald Trump no cree en alianzas eternas; de hecho, cuesta creer que confía en alianzas. El presidente de Estados Unidos —atrincherado en su bastión de «América primero»— arremete ahora verbalmente contra Iván Duque, quien parecía uno de sus más cercanos aliados en América Latina, a la que mira como si fuera su propiedad.
El mandatario de Colombia debe haberse sentido al menos dolido al escuchar lo que desde Florida Trump decía a la prensa sobre él: «Realmente es un gran tipo, lo he conocido, lo hemos tenido en la Casa Blanca. Ha dicho ahora que va a parar las drogas —hasta ese momento, todo iba bien… más que bien, pensaría Duque—. (Pero) Están llegando más drogas de Colombia ahora mismo que antes de que fuera Presidente, así que no ha hecho nada por nosotros».
Por supuesto, no fue Colombia el único agredido en la jornada. Bien temprano, vía Twitter, el Jefe de Estado estadounidense había alertado, otra vez, que cerraría la frontera sur del país o grandes secciones de ella la semana entrante «si no detienen inmediatamente toda la inmigración ilegal». La alerta iba directo a México, Honduras, Guatemala y El Salvador, precisamente ya se anunció este sábado el retiro de ayudas a estos últimos tres países.
Siguiendo las instrucciones del secretario de Estado, Mike Pompeo, estamos atendiendo lo orientado por el Presidente y poniendo fin a los programas de asistencia al extranjero de los años fiscales 2017 y 2018 para el Triángulo del Norte, dijo un portavoz de esa entidad federal en un comunicado citado por la cadena ABC News.
Sin embargo, «cerrar la frontera entre Estados Unidos y México se ha convertido en una amenaza habitual del presidente Donald Trump. Lo advirtió en octubre, lo cumplió por unas horas en noviembre y volvió a insistir en diciembre», así lo reseña El País.
Lo que nadie esperaba era que al hablar el viernes con la prensa en su visita a las obras de restauración del dique en el lago Okeechobee, en el centro de Florida, aprovechara para lanzar su advertencia a Duque, quien para muchos era su mano derecha en Latinoamérica y en especial en la arremetida contra Venezuela.
Fue precisamente el uribista colombiano uno de los primeros en reconocer a Juan Guaidó en esa categoría fantasma y anticonstitucional de «presidente interino» de la nación bolivariana. Para muchos analistas, Colombia es —en una metáfora no muy desaforada— el Israel de América Latina.
Pero la cuestión de las drogas parece una espina clavada en la garganta de esta alianza. En febrero, cuando Duque habló en el Despacho Oval con Trump, el jefe de la Casa Blanca lo interpeló sobre el tema y afirmó que «estamos trabajando juntos para que Colombia erradique algo de lo que están cultivando en Colombia. En este momento yo no diría que van (cumpliendo) antes de lo programado, pero espero que lo hagan en algún momento en el futuro cercano».
El Presidente colombiano pidió entonces responder a ese tema y aseguró que en los primeros cuatro meses de su mandato se han erradicado 60 000 hectáreas, muchas más de las que en los últimos seis meses. «Es nuestro deber moral que Colombia esté libre de drogas ilegales y libre de narcotráfico», se excusó Duque.
Luego de ese momento, la propia Cancillería colombiana afirmó que se había consolidado aún más el lazo con EE. UU. para posicionar a Bogotá como líder regional de primer nivel.
Pero obviamente, algo ha pasado. ¿Qué sucedió con aquellas buenas relaciones? Cuestionan medios y especialistas al escuchar el viernes el reclamo que «sin ton ni son» o sin preguntas de periodistas al respecto lanzó Trump sobre su homólogo.
«Me sorprende esa declaración», dijo el ministro de Defensa de Colombia, Guillermo Botero, quien acompañó a Duque en su visita a Washington, antes de defender los esfuerzos colombianos para combatir el tráfico de drogas, informó AFP.
No obstante, resulta obvio que Trump no está satisfecho, y ante la opinión pública volvió a demostrar que él no cree en aliados.
No ha hecho nada por nosotros, dijo Trump sobre Duque.