Una visita al pabellón de Cuba en la CIIE. Autor: Estudios Revolución Publicado: 07/11/2018 | 09:48 pm
Durante toda esta semana, el municipio chino de Shanghái es la ventana abierta a un mejor futuro y es, también, centro económico mundial y vitrina de las grandiosas potencialidades del «Hecho en China» y «Vendido en China», que ahora más que nunca se desprenden de las etiquetas despectivas que pudo en un pasado tener.
La gran Exposición Internacional de Importaciones de China (CIIE, por sus siglas en inglés) albergará durante seis días, del 5 al 10 de noviembre, en el Centro de Convenciones de Hongqiao, la bolsa multisectorial para que expositores y distribuidores puedan promover sus productos, establecer contactos y redes de negocios. Su lema es «Nueva Era, Futuro Compartido»
Más de 3 000 compañías, empresarios, comerciantes y representantes de unas 130 naciones aprovechan la oportunidad para mostrar hasta el sábado un sinfín de productos que van desde enormes fresadoras, vehículos eléctricos y biofármacos, hasta aguacates, frijoles y café, detalla PL.
Este evento reúne a funcionarios gubernamentales, comunidades comerciales, expositores y compradores profesionales de todo el mundo y les brinda nuevos canales para que los países y regiones realicen negocios, fortalezcan la cooperación y promuevan la prosperidad común de la economía y el comercio mundiales.
Están presentes firmas de todos los Estados que integran el G-20 y de 58 naciones presentes en la alternativa de la Franja y la Ruta de la Seda, así como un centenar de micro y pequeñas empresas de 44 de los países más empobrecidos del planeta, que con el apoyo del Gobierno chino y del International Trade Center pudieron enviar sus representantes y productos.
Indonesia, Vietnam, Pakistán, Sudáfrica, Egipto, Rusia, Reino Unido, Hungría, Alemania, Canadá, Brasil y México gozan del estatus de invitados de honor.
Una muestra de Cuba
En la feria también está presente Cuba. El pabellón de la Isla cuenta con representaciones de 34 empresas de los sectores de la agricultura y la alimentación, ciencia, tecnología, informática y comunicaciones, servicios médicos y biotecnología.
Los expositores cubanos han llegado para mostrar las potencialidades del comercio con la Mayor de las Antillas y los productos abarcan desde exportaciones tradicionales como el ron y el tabaco, hasta otros más contemporáneos pero ya insignes como los biotecnológicos y farmacéuticos.
La importancia de la Expo fue reconocida por el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien recorrió el pasado martes los estands de Cuba, Venezuela, Bolivia, El Salvador y China.
Díaz-Canel intercambió con los expositores cubanos y también recorrió exposiciones relacionados con la tecnología y otros sectores en los pabellones de la CIIE.
El mandatario, en declaraciones a la prensa, precisó el valor de este evento para la nación caribeña: «es una oportunidad de presentar también nuestras potencialidades de comercio en un mercado como el chino y también a nivel internacional».
China es el segundo socio comercial de Cuba.
Puertas abiertas
China no cerrará su puerta al mundo sino que la abrirá cada vez más, con una política de importaciones bien pensada para estimular el crecimiento en el plano nacional y también contribuir con el internacional, explicó el presidente de la nación asiática Xi Jinping en la inauguración de la CIIE.
El objetivo básico de esta feria es convertirse en plataforma de cooperación abierta a nivel internacional, impulsando la globalización económica y contribuyendo a la construcción de la Franja y la Ruta de la Seda.
La globalización económica —puntualizó Xi— es una tendencia histórica irreversible y ofrece un fuerte impulso para el desarrollo económico mundial.
Se refirió a la puesta en marcha de medidas proactivas orientadas a elevar los ingresos de la población y el nivel de consumo doméstico, un factor determinante en la expansión del Producto Interno Bruto (PIB).
Entre otros puntos, el mandatario enfatizó en la importancia de la innovación como nuevo motor de desarrollo y urgió a la cooperación en materia digital, de inteligencia artificial y la nanotecnología, citó PL.
Por ello no sorprende que en la organización de los espacios expositivos, estos se encuentren divididos en dos secciones, la primera de ellas dedicada al comercio de bienes, donde ocupan un lugar significativo los equipos inteligentes de gama alta, junto a la electrónica de consumo y electrodomésticos; automóviles, ropa, accesorios y bienes de consumo; alimentos y productos agrícolas.
La segunda sección dedicada a los servicios comprende: turismo, tecnologías emergentes, cultura y educación, diseño creativo y subcontratación de servicios.
Vendido en China
El gigante asiático ocupa a nivel mundial una posición cimera: la mayor población, el tercer país en extensión territorial y la segunda mayor economía (con un crecimiento constante y sostenido), además de ser el segundo mayor importador y consumidor del mundo.
«Ahora China ha entrado en una nueva fase de desarrollo, en la que el consumo sigue aumentando, lo que indica el enorme potencial para el crecimiento del consumo y la importación», explican los propios organizadores de la CIIE.
En los próximos cinco años, esta nación, con más de 1 390 millones de habitantes, espera importar productos y servicios valorados en más de diez billones de dólares, una oportunidad para las empresas de todo el mundo para entrar en el enorme mercado chino, vaticinan.
Ese dinero permitirá satisfacer un creciente y voraz mercado, y sustentar una pujante economía que sigue subiendo a un ritmo de más de seis por ciento anual, dijo Xi Jinping en el discurso inaugural. Y la Expo de Shanghái responde a esta necesidad.
De hecho, explica PL, el Gobierno ha flexibilizado las normas aduaneras para favorecer el trasiego mercantil: redujo, como promedio, del 9,8 al 7,5 por ciento los aranceles a las importaciones para una amplia diversidad de productos, incluidos vehículos, artículos de consumo e industriales.
Esto, unido a la voluntad —reiterada por Xi— de apostar al multilateralismo y la interconexión económica global, sitúan a la Expo como un evento de alta significación en momentos en que el fantasma del proteccionismo, del cual es abanderado el actual Gobierno estadounidense, genera incertidumbres sobre el comercio mundial.
Es, es efecto, una nueva era y un futuro compartido el que desde Shanghái se les muestra al resto del orbe. La oportunidad queda abierta.
Shangái es un puerto importante para el comercio chino.Foto: Tomada de Facebook de la CIIE