Brasil. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 11/11/2017 | 01:12 am
BRASILIA, noviembre 10.— Millares de trabajadores tomaron las calles este viernes en la capital y 24 ciudades cabeceras del país para protestar contra la reforma laboral sancionada en julio por el presidente golpista Michel Temer y que entra en vigor en Brasil desde este sábado.
El Día nacional de luchas fue organizado por centrales sindicales y movimientos populares, dijo el periódico Brasil do Fato, que dio a conocer la realización de asambleas e interrupciones de actividades de hasta una hora en las empresas, además de las marchas como medidas de rechazo a la reforma laboral y también a la propuesta de reforma a las pensiones, que sigue tramitándose en el Congreso.
A propósito, PL dio a conocer el compromiso dado a conocer por las principales centrales sindicales de convocar a un paro nacional, si finalmente el legislativo define una fecha para votar la reforma del sistema de pensiones.
Dicho compromiso, dijo el despacho, fue respaldado por una votación simbólica realizada en la Plaza de la Se, en la región central de Sao Paulo, donde cerca de 20 000 personas acompañaron la manifestación contra la nueva legislación laboral, y en defensa de la soberanía nacional.
Adilson Araújo, presidente de la Central de Trabajadores y Trabajadoras de Brasil (CTB), calificó la reforma laboral como uno de los mayores «asaltos» vividos en el país, y alertó que el Gobierno está intentando reorganizar su base de apoyo en el legislativo para reformar las pensiones, ante lo cual llamó a organizar la resistencia.
Hubo otras manifestaciones en Fortaleza, Belo Horizonte y Recife.
La reforma laboral altera más de cien puntos de la Consolidación de las Leyes del Trabajo (CLT), que regula las relaciones laborales en Brasil, explicó, por su parte, Brasil do Fato.
Uno de los cambios establecidos por la medida es la extensión de la jornada laboral a 12 horas con un descanso de 36 horas, con excepción de algunos sectores como el de la salud. Pero expertos en legislación laboral citados por Brasil do Fato advirtieron que ese tipo de contrato se generalizará.
También se instituye el denominado trabajo intermitente, mediante el cual las empresas pagan 4,45 reales por hora laborada, lo cual, además de generar inseguridad, representa para los trabajadores la pérdida de sus derechos, señalaron otros entendidos.
Juristas dijeron que se vive un «momento trágico» en Brasil. La reforma laboral forma parte del ajuste impuesto por Temer, y del que también forma parte la privatización de la gigante Eletrobras, anunciada por el mandatario esta semana.
Los manifestantes también se pronunciaron contra la proyectada reforma de pensiones, que todavía se tramita en el Congreso.