Gustavo Machín, subdirector general de la Dirección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Autor: Ismael Francisco Publicado: 21/09/2017 | 06:32 pm
La tercera reunión de la Comisión Bilateral Cuba-EE. UU. tendrá lugar el lunes 16 de mayo, en La Habana, para revisar los acuerdos alcanzados en la celebrada el 10 de noviembre de 2015 en Washington y los resultados obtenidos desde entonces, informó a la prensa Gustavo Machín, subdirector general de la Dirección de Estados Unidos del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
La delegación cubana estará presidida por la directora general de EE. UU. del Ministerio de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal Ferreiro, y la estadounidense por la consejera del Departamento de Estado, Kristie Kenney, informó Machín, quien a lo largo de su exposición reiteró la voluntad de Cuba de seguir avanzando sobre la base, como hasta ahora, de «un diálogo profesional y respetuoso, de igualdad y reciprocidad».
El diplomático destacó que en ese encuentro se definirán aquellas acciones que ambos países asumirán durante este año 2016 con el propósito de avanzar en el proceso de mejoría de las relaciones, y al respecto mencionó la realización de encuentros técnicos y la adopción de acuerdos bilaterales de cooperación sobre temas que son de interés para Cuba y Estados Unidos.
También, aseveró Machín, se concretarán las visitas de alto nivel entre La Habana y Washington, así como la celebración de diálogos sobre temas de interés bilateral y multilateral «en los que no tenemos posiciones coincidentes».
En este último caso subrayó «la necesidad de levantar el bloqueo, devolver a Cuba el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo y eliminar otras políticas que son lesivas a la soberanía cubana», los que serán puntos reiterados por la delegación cubana «como esencial para que haya relaciones normales entre Cuba y los Estados Unidos».
Agregó a esas políticas lesivas el promover un «cambio de régimen» en la Isla, las políticas migratorias preferenciales, y las transmisiones ilegales de televisión y radio.
El Subdirector General de Estados Unidos de la Cancillería valoró los avances en el ámbito político-diplomático y en la cooperación desde el 17 de diciembre de 2014, cuando los presidentes Raúl Castro y Barack Obama anunciaron el proceso de reanudación de las relaciones, y aseguró al respecto: «Podemos afirmar que se han obtenido resultados».
Sin embargo, no consideró de igual forma los saldos en el área económica y comercial porque, fundamentó, «el bloqueo se mantiene, y a pesar de las medidas adoptadas por el Gobierno de Estados Unidos que modifican su aplicación en algunos aspectos, persisten múltiples prohibiciones que impiden avanzar en este sector».
Machín señaló como impedimentos provocados por el bloqueo las restricciones y limitaciones a las exportaciones de productos cubanos a Estados Unidos, también en las importaciones y en las inversiones. De manera especial remarcó las restricciones en el campo bancario, por lo que no ha sido posible normalizar las relaciones bancarias entre ambos países.
En este punto dijo que tanto bancos estadounidenses como de terceros países temen sanciones por involucrarse en operaciones con Cuba, y se requiere de una declaración enérgica del Gobierno de EE. UU. que les garantice la posibilidad de actuar en ese campo y que no van a ser sancionados.
El funcionario cubano detalló los avances en el área político-diplomática y en la cooperación, destacando en primer lugar las tres reuniones entre los presidentes de Cuba y de EE. UU., y las visitas de alto nivel hacia uno y otro país, incluida la realizada a la Isla el pasado marzo por Obama.
En segundo término apuntó el establecimiento en agosto de 2015 del mecanismo de la Comisión bilateral, con el objetivo de darle seguimiento a los vínculos entre ambos países luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas, y cuya primera reunión también tuvo lugar en La Habana en septiembre de ese mismo año. La segunda fue en Washington el 10 de noviembre de 2015.
En la relación de los avances significó el tema de la cooperación en áreas como la seguridad aérea, la lucha contra el narcotráfico, el tráfico de personas, el fraude migratorio y otras; y las nuevas áreas de cooperación en temas que son de interés y beneficio mutuo y que pueden ser ampliadas como la aplicación y cumplimiento de la ley, la salud y en la agricultura.
Hay nueve acuerdos suscritos —especificó el funcionario de la Cancillería cubana— que abarcan la reanudación del correo postal, los vuelos regulares, el medio ambiente, la agricultura, la seguridad de la navegación marítima, la seguridad de los viajeros y el comercio, entre otros.
Añadió a esa lista el inicio de los diálogos de temas identificados sobre asuntos de interés bilateral y multilateral que incluyen el cambio climático, la reclamación de compensaciones mutuas —que son reconocidas, pero que aún no se negocian—, la trata de personas y los derechos humanos.
Mencionó, además, avances posibilitados por los espacios abiertos —con limitaciones— en la política de bloqueo en temas económico-comerciales, y citó en estos casos los acuerdos sobre telecomunicaciones con cuatro compañías estadounidenses: IDT, Sprint, Verizon y el más reciente con T-Mobile; los contratos con la compañía Starwood para la administración y comercialización de hoteles y la recién iniciada operación de cruceros con la empresa Carnival.
A pesar de esos avances, al responder preguntas de los periodistas, Gustavo Machín enfatizó que se pudiera hacer mucho más «si se levantara el bloqueo» y agregó que el presidente Barack Obama «puede seguir tomando otras medidas ejecutivas y hacer una importante contribución al desmantelamiento de esta política», que tiene consecuencias negativas no solo para Cuba, también para otros países y —subrayó— «es el principal obstáculo para nuestro desarrollo económico y el bienestar del pueblo cubano».
Dijo, además, que existe una cifra récord de proyectos legislativos en el Congreso de EE. UU. sobre el levantamiento de la prohibición de los viajes de sus ciudadanos a Cuba, y que en conversaciones con legisladores y analistas de los tanques pensantes ha percibido optimismo en ese aspecto.
Hay una mayoría de los estadounidenses que apoya una mejor relación entre Cuba y Estados Unidos, favorece el levantamiento del bloqueo, defienden el derecho de los norteamericanos a viajar a la Isla, y son muchas más las razones que nos unen que las que nos separan. Cuba espera que el próximo presidente actúe de acuerdo a lo que esa sociedad y ese pueblo espera y desea. «Nosotros haremos nuestra parte», aseguró.