Dilma Rousseff, presidenta de Brasil. Autor: Quality Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
BRASILIA, marzo 30.- La presidenta de Brasil Dilma Rousseff calificó nuevamente de golpe de Estado el juicio político que se lleva contra ella, un día después de que el Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) abandonara la coalición gubernamental.
Según AFP, Roussef trató este miércoles de retomar la iniciativa -para crear una «agenda positiva» que le permita enfrentar la oposición-, durante un acto en el que anunció nuevas metas para el programa de construcción de viviendas populares «Mi Casa, Mi Vida». En la ceremonia, realizada en el Palacio de Planalto, la mandataria, informa EFE, fue respaldada por activistas de movimientos sociales al grito de «no habrá golpe».
«Tenemos que estar atentos, porque quien no tiene razones para sacar a un Gobierno con base en la Constitución, quiere sacarlo para golpear los derechos conquistados por la población», aseguró la jefa de Estado brasileña.
Tras el abandono del PMDB, la presidenta y su antecesor Luiz Inácio Lula da Silva sostuvieron una reunión en el Palacio del Plenalto, sede del Gobierno Federal, con representantes del Partido Popular (PP) y el Partido Republicano (PR), que mantienen su apoyo al gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Por su parte, el ministro-jefe del gabinete presidencial Jaques Wagner declaró a la prensa que con la migración del PMDB a la oposición podría formarse un «nuevo gobierno» en el que tendrán más peso otras fuerzas como el PP y el PR, anunció AFP.
Wagner admitió que el PMDB era un socio importante, por lo cual su salida abre un espacio político para conversar con los aliados que «quieran seguir junto a nosotros y reconfigurar el equipo gubernamental», citó PL.
La agencia latinoamericana resumió que el PMDB es el segundo partido más representado en la Cámara de Diputados, con 66 miembros, cuenta también con 19 senadores, gobierna siete estados y 1 022 municipalidades, además de ocupar seis ministerios.
El senador del PT Lindbergh Farias consideró que Brasil enfrenta una conspiración explícita para golpear la democracia, claramente manifiesta en la salida del gobierno del Partido del Movimiento Democrático Brasileño.
En una reunión relámpago realizada el martes, el Directorio Nacional del PMDB aprobó por aclamación abandonar la coalición gubernamental, a la cual se unió hace 13 años, y conminó a los miembros de la organización que ocupan cargos en el Ejecutivo federal a dejarlos antes del 12 de abril, so pena de ser castigados.
Al confirmar la ruptura, el PMDB se declaró independiente, incluso respecto a un posible juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, reseñó el periódico digital Brasil 247, según el cual la decisión representó un duro golpe político para la mandataria. El PT llamó a manifestaciones el jueves para apoyar a Rousseff.
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo en una entrevista publicada el miércoles por el diario brasileño O Estado de Sao Paulo que «Brasil es un país muy importante y cualquier inestabilidad política en Brasil es una preocupación para nosotros», al tiempo que abogó por «soluciones armónicas y tranquilas».