Dilma Rousseff, presidenta de Brasil. Autor: Quality Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
SAO PAULO, marzo 25.— «¡No va a haber golpe!»: fue el grito repetido de miles de personas que participaron en una manifestación en Sao Paulo en defensa del Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff y contra el proceso de destitución o impeachment que avanza en su contra en el Congreso.
La manifestación fue organizada por el Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST) y la sindical Central Unica de Trabalhadores (CUT), dijo AFP.
«Vamos a impedir el golpe con lucha y movilización social, con el pueblo en la calle y la lucha por los derechos, contra la prensa manipuladora y contra el gran capital», dijo el presidente del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff, Rui Falcao, citado en el diario O’Globo.
Rousseff, que en 2014 fue relegida para un segundo mandato, enfrenta una severa crisis política, con otras protestas exigiendo su renuncia y una comisión de la Cámara de Diputados que evalúa un pedido para destituirla por supuestamente haber maquillado las cuentas públicas.
El coordinador del MTST, Guilherme Boulos, dijo que la lucha es contra la «amenaza a la democracia».
«Nosotros no queremos incendiar el país, pero tampoco tenemos sangre de cucaracha. No va a haber “golpe”», declaró en su discurso el coordinador del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, una de las organizaciones sociales que impulsaron la protesta de este viernes, señaló EFE.
La concentración, convocada por el Frente Povo Sem Medo (Frente Pueblo Sin Miedo), tuvo lugar al comienzo de la noche en el Largo da Batata, una plaza en el céntrico barrio de Pinheiros de la mayor ciudad brasileña.
El acto también se realizó en defensa del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien la semana pasada fue nombrado como ministro de Presidencia, pero al que la Justicia le ha impedido tomar posesión del cargo.
Por su parte, la Presidenta acusó el jueves a sus oponentes de recurrir a «métodos fascistas» para sacarla del poder y reiteró que no va a renunciar porque no es una mujer débil, en entrevista a varios diarios internacionales, citados por AFP, entre ellos The Guardian y The New York Times.
La Presidenta también fue entrevistada por el diario español El País y denunció que el proceso de interpelación parlamentaria en su contra es un golpe contra la democracia.
La mandataria se refirió así al proceso de destitución (impeachment) emprendido por el Congreso brasileño, y que amenaza con apartarla de la presidencia en menos de un mes si antes no consigue los aliados necesarios, algo muy difícil ahora, valoró el diario, según PL.
«Piden que renuncie para evitarse el mal trago de tener que echar de forma ilegal a una presidenta elegida. Piensan que tengo que estar muy afectada, desconcertada, muy presionada. Pero yo no estoy así, no soy así», expresó Rousseff.
Tuve una vida muy complicada para no poder luchar ahora, enfatizó la Presidenta, tras recordar que estuvo tres años presa durante la dictadura en su país, cuando apenas tenía 19 años.
Yo luché en condiciones muy difíciles, así que no voy a renunciar, claro que no, aseguró durante la entrevista concedida en Brasilia.
A una pregunta del cotidiano, opinó que un impeachment (moción de censura o juicio político) sin base legal es un golpe de Estado, porque rompe con el orden democrático.
«Nosotros en Brasil ya tuvimos golpes militares. En un sistema democrático, los golpes cambian de método. Y un impeachment sin base legal es un golpe», insistió.
Explicó que este recurso surgió porque el presidente del Congreso, Eduardo Cunha, amenazó al Gobierno con poner en marcha el procedimiento si el ejecutivo votaba a favor de una investigación contra él.
Cunha está denunciado porque se le encontraron cinco cuentas ilegales, y no lo digo yo, sino la Fiscalía General de la República, señaló Dilma.
Sobre las críticas recibidas por el nombramiento del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, Rousseff afirmó que obedece a la táctica de aquellos que defienden «el cuanto peor, mejor».
Sostuvo que el otrora gobernante, designado jefe de la Casa civil de la Presidencia —aunque se vio impedido de asumir por maniobras judiciales promovidas desde sectores de la oposición— se incorporará a su equipo como ministro o asesor, de una manera o de otra, pero nadie lo va a impedir, ratificó.
Ante la actual crisis, abogó por la apertura de un diálogo sin rupturas democráticas y sin intentos infundados para someterla a un juicio político, dijo PL.
Debemos discutir y reformar el sistema político brasileño, pero sin pacto no habrá transformaciones, alertó la Presidenta.