BRUSELAS, junio 11.— Al cierre este jueves de la II Cumbre UE-Celac, que el primer vicepresidente de los consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, calificó como un desafío —porque debía replantear los vínculos entre ambas regiones—, los líderes de los 61 países de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños respaldaron el proceso de paz en Colombia, pidieron fin al bloqueo a Cuba y condenaron la injerencia exterior en sus países.
«Reafirmamos nuestra decisión de apoyar la igualdad soberana de todos los estados, respetar su integridad territorial e independencia política», manifestó la Declaración de Bruselas, firmada al final de la II Cumbre UE-Celac, en la capital belga.
En cuanto a Cuba, saludaron el acercamiento anunciado por Estados Unidos y la Isla y pidieron que se den «todos los pasos necesarios» hacia el fin del bloqueo, señala Notimex.
«La normalización de las relaciones es el punto de partida. Falta aún levantar ese bloqueo que atenta contra la Carta de derechos humanos, así como la retirada de (la prisión de) Guantánamo», dijo en rueda de prensa el presidente ecuatoriano Rafael Correa, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la Celac.
PL precisa que el documento aprobado señala que las disposiciones del bloqueo provocan daños humanitarios al pueblo cubano y afectan el desarrollo de las relaciones económicas entre la nación caribeña, la UE y otros países.
La Cumbre saludó el anuncio hecho el pasado 17 de diciembre por los presidentes de Cuba, Raúl Castro, y de Estados Unidos, Barack Obama, de avanzar hacia el restablecimiento de las relaciones bilaterales, destaca PL.
Miguel Díaz-Canel afirmó en su discurso que ha llegado el momento de que Europa abogue por la total eliminación del bloqueo y ponga fin al nada ético Entendimiento con Estados Unidos de noviembre de 1996 que acepta la legislación que lo sustenta e internacionaliza: la Ley Helms-Burton.
«El cese de esa injusta política, junto a la devolución del territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval de Guantánamo, la terminación de las transmisiones radiales y televisivas violatorias de las normas internacionales, la compensación a nuestro pueblo por los daños humanos y económicos sufridos, y la supresión de los programas de carácter subversivo, son premisas indispensables para la normalización de relaciones entre ambos países», afirmó.
Esa paz que pasa por Caracas
Otra victoria importante para nuestra región es el beneplácito con que fue acogido en el documento final de la Cumbre la declaración de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
El primer vicepresidente cubano recordó en la Cumbre que, en La Habana, en enero de 2014, la Celac aprobó la Proclama de la América Latina y el Caribe como Zona de Paz, estableciendo los principios rectores que rigen los lazos entre los países de la región, aplicables a sus relaciones con el resto del mundo.
En lo que se ha considerado una cuidadosa alusión a Venezuela (dadas las controversias que el tema generó entre ambos bloques), los líderes de ambas regiones se comprometieron a «evitar, en (sus) relaciones internacionales, la amenaza o el uso de la fuerza de manera inconsistente con los propósitos y principios de Naciones Unidas.
Notimex reporta que el documento final «toma nota» de la Declaración especial de la Celac sobre «acciones unilaterales contra» Venezuela, adoptada el 29 de enero, así como del «Comunicado de solidaridad» publicado en marzo.
En sus palabras al resto de los dignatarios presentes, Díaz-Canel expresó la solidaridad de Cuba con la República Bolivariana de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro Moros «frente a la arbitraria e infundada Orden Ejecutiva del Presidente de los Estados Unidos, la cual le impone sanciones que nuestra región reclama sean derogadas».
Respecto a Venezuela, durante la conferencia de prensa al final de la Cumbre, el presidente pro-tempore de la Celac, Rafael Correa, reiteró el rechazo a las sanciones unilaterales de la orden ejecutiva de Obama que, «inmiscuyéndose en asuntos internos de un país soberano y actuando nuevamente de forma absolutamente ilegítima» dijo que «rompen claramente la Carta Interamericana».
La Declaración final de la UE y la Celac apoya los esfuerzos realizados por el Gobierno de Colombia para concluir cuanto antes un acuerdo de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Al mismo tiempo, pide que se inicie un diálogo formal con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El texto defiende la adopción de un acuerdo vinculante sobre el cambio climático en la Cumbre de Naciones Unidas en París, en diciembre próximo, y pide que entre en vigor en 2020.
Esa preocupación es compartida por Cuba, cuyo máximo representante en la Cumbre destacó que, para sobrevivir, es impostergable detener el cambio climático con un acuerdo legalmente vinculante, ambicioso, justo y equitativo, que garantice financiamiento, tecnología y cooperación en materia de adaptación y mitigación, sobre la base de las responsabilidades comunes pero diferenciadas y el reconocimiento de la deuda histórica de los países desarrollados.
Celac-Cuba-UE: los vínculos necesarios
Sobre los vínculos de Cuba con la UE, el primer vicepresidente cubano declaró que ambas partes trabajan para la conclusión del Acuerdo de Diálogo Político y Cooperación, sobre las bases de reciprocidad, respeto mutuo y no injerencia que acordamos en 2008 para el reinicio de las relaciones de cooperación entre ambas partes.
«La Unión Europea, que constituye un importante socio económico para Cuba, tiene espacio para acompañarnos en nuestro desarrollo. Asimismo, puede aportar a la construcción de un mundo más justo y equitativo, para lo cual urge demoler el actual sistema de dominación, hegemonismo, saqueo de riquezas y especulación financiera», sostuvo.
El documento oficial de la Cumbre plasma el compromiso de sus 61 signatarios con implementar los instrumentos internacionales de prevención y lucha contra la corrupción y con promover la transparencia de las políticas públicas, el acceso a la información y la participación social.
La Declaración, de 50 páginas, incluye un plan de acción conjunta renovado, en el que la UE y la Celac establecen dos nuevas áreas de cooperación: educación superior y seguridad ciudadana, informa Notimex.
En la rueda de prensa final de la Cumbre, el presidente ecuatoriano Rafael Correa consideró que fue «una reunión muy fructífera», que sirvió para «acercar más los dos bloques».
ANSA refiere que Correa aludió a la necesidad de aprender del ejemplo de Europa, y de cómo «países con diferentes idiomas, diferentes sistemas políticos, diferentes religiones, que habían soportado dos guerras terribles, decidieron unirse». El mandatario, cuyo país ostenta la presidencia de turno de la Celac, llamó a América Latina «a consolidar su unión».
Correa resumió los temas abordados en estos dos días de cumbre: el cambio climático, la inmigración, y la nueva clase de cooperación que requiere América Latina. «Antes, la cooperación era de escuelitas, centros de salud…, pero la clave para el desarrollo ahora es talento humano», dijo.
En tanto, entre las reivindicaciones planteadas por Miguel Díaz-Canel estuvo que, si bien ambas zonas comparten importantes vínculos históricos y culturales, nuestra región sigue ocupando un nivel marginal dentro de las prioridades económico-comerciales de la UE. «Se refuerzan las asimetrías y, mecánica e injustamente, se retira la cooperación a pequeños Estados del Caribe», señaló.
«Los modelos políticos y el Estado de bienestar en Europa entraron en crisis. Los programas de ajuste y austeridad han dañado gravemente a los trabajadores, las familias y los inmigrantes. Parte considerable de una generación no ha encontrado su primer empleo», expuso el alto dirigente cubano, quien reiteró el rechazo de su país a las sanciones de Occidente contra Rusia y resumió la convocatoria a Europa en una frase del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro Ruz: los invito a obrar «el milagro de convertir en posible lo imposible».