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SAN JOSÉ, abril 7.— El presidente electo de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, agradeció a sus simpatizantes por el triunfo convincente obtenido en el balotaje de este domingo y prometió cumplir el mandato de cambio, ordenado por el pueblo.
Al conocer que había sido electo con más de un millón 300 000 votos, Solís expresó, ante la multitud que celebraba el triunfo, que ha quedado demostrada la voluntad del pueblo de querer recuperar y defender su identidad.
Disfrutemos de esta noche maravillosa en que el pueblo ha retomado la conducción de los asuntos de su país, y que con lucidez, con voluntad, con valentía ha dicho ¡hasta aquí! a la política tradicional que tanto mal nos trajo, aseguró el próximo mandatario tico, según PL.
El candidato triunfador del Partido Acción Ciudadana (PAC) reiteró la consigna de esa organización fundada hace 13 años, en el sentido de que «primero Patria que partido».
También anunció que todas las decisiones serán tomadas mediante la acción ciudadana, consultando a diversos sectores, así como a pobladores de las regiones costeras y montes.
Aclaró que también es fundamental el desarrollo de Costa Rica, respetando el ambiente, la legalidad, y aprovechó la oportunidad para anunciar su apoyo a la Ley contra el maltrato animal.
Añadió que su gobierno buscará los derroteros de la Costa Rica de siempre, la paz con sus vecinos, la paz al interior de sí misma, la paz con la naturaleza y la paz con los principios universales, con los derechos de todos.
Opinó que la división y el partidismo en la democracia tiene como límite el bien común, y añadió que se han perdido aquellos países que no han entendido esa lección, «que hay un patrimonio que no es de nadie, porque es de todos».
Se comprometió con una gestión de transparencia y honestidad en la función pública y fustigó las alianzas espurias, oscuras, que han traicionado al espíritu de la República.
Solís agradeció a sus simpatizantes por no tener miedo y caminar juntos por primera vez en mucho tiempo por los caminos de la esperanza y aseguró: «el pueblo de Costa Rica, que es sabio, ha recuperado para sí la soberanía de su voluntad y depositó en estas manos débiles e imperfectas pero voluntariosas, el mandato para el cambio que acometeremos con respeto, alegría y determinación».
