Partidarios de Mursi protestan en el exterior de la Academia de Policía de El Cairo, sede del juicio. Autor: Reuters Publicado: 21/09/2017 | 05:41 pm
EL CAIRO, octubre 4.— El derrocado presidente egipcio, Mohamed Mursi, reivindicó este lunes su legitimidad, al abrirse aquí su juicio por presunta «incitación al asesinato», el cual fue aplazado hasta el 8 de enero por los cuestionamientos a la legitimidad de los jueces, realizados por el ex mandatario y otros imputados.
En su primera aparición pública desde que el ejército le dio un golpe de Estado y lo arrestó, Mursi —elegido democráticamente después de 30 años de la dictadura de Hosni Mubarak— aseguró que seguía siendo «el Presidente de la República».
«Aquí hubo un golpe de Estado. Atentar contra el Estado es traición a la Patria. El jefe de ese golpe de Estado debería comparecer ante el tribunal», afirmó Mursi en referencia al jefe de las Fuerzas Armadas, Abdel Fattah al Sisi, quien lideró la asonada que acabó con su Gobierno.
Los siete acusados sentados en el banquillo del tribunal —los otros siete permanecen aún en búsqueda y captura y serán juzgados en ausencia— corearon, luego de Mursi, «Abajo con el poder militar», relató un reportaje de DPA.
El proceso por incitación a la violencia, que arrancó en la Academia de Policía, debió ser suspendido poco después de la apertura por los cuestionamientos realizados por los imputados a la corte, reportó la televisión estatal.
La sesión no fue retransmitida en directo por televisión, al contrario de lo ocurrido en el juicio a Mubarak, aunque al final de la vista la televisión egipcia emitió imágenes, contó EFE.
Las autoridades desplegaron a más de 20 000 oficiales de seguridad para resguardar el juicio, advirtiendo que combatirían cualquier acto de violencia. Sin embargo, miles de simpatizantes de Mursi realizaron marchas fuera de las instalaciones luego del inicio del juicio. Portaban fotografías del ex mandatario y gritaban frases en contra del ejército para exigir la reinstalación del Presidente democráticamente electo del país, apuntó Xinhua.
Las fuerzas de seguridad reprimieron con gases lacrimógenos a los manifestantes, mientras se registraron choques en el centro de la capital, cerca del Palacio de Justicia, apuntó ANSA.
Mursi podría ser condenado a la pena de muerte o a cadena perpetua. Con él habían 14 coacusados, ex dirigentes de la cofradía y miembros de su guardia personal, también acusados de «incitación al asesinato».
Luego de la suspensión de la audiencia de este lunes, el ex mandatario fue trasladado en helicóptero a la cárcel de Burg al Arab, en la ciudad septentrional de Alejandría.
El centro de detención, construido en 2004, cuenta con estrictas medidas de seguridad y está situado en la zona desértica de Al Garbiniyat, al oeste de Alejandría.
El resto de los procesados, entre ellos el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) —brazo político de la Hermandad Musulmana—, Esam el Arian, y el miembro de su ejecutivo, Mohamed Beltagui, regresaron a la cárcel cairota de Tora, según las fuentes de seguridad.