MOSCÚ, marzo 21.— El primer ministro ruso Dmitri Medvedev reafirmó este jueves la disposición de su país para analizar una ayuda a Chipre, pero la solución de la crisis de deuda pasa primero por la Unión Europea (UE), bloque al que pertenece el país mediterráneo.
Dijo Medvedev en una extensa entrevista a medios europeos de prensa que Moscú no es reticente a una discusión sobre una asistencia financiera a Nicosia, al recordar que según lo acordado revisarían las propuestas de la UE, y luego se adoptarían decisiones.
Insistió el Primer Ministro en que las medidas se correspondan con las normas de convivencia civilizada y del derecho internacional, y tomen en consideración las legislaciones internas de los Estados y el código civil, en garantía a la inviolabilidad de la propiedad, recalcó.
A renglón seguido, Medvedev aseguró que solo entonces después haremos nuestra propuesta, pero por ahora nada de arriba hemos oído.
Recordó que Chipre es miembro comunitario, por lo que la UE debe solucionar los problemas para restablecer la solvencia financiera de esa nación, en una situación hoy en extremo grave, calificó.
Moscú desembolsó un préstamo a Nicosia en 2011 de 2 500 millones de euros, y según Medvedev, corrobora que participamos en la ayuda a la liquidez y la solvencia de Chipre.
Este jueves los ministros de Finanzas de ambos países retomarán las negociaciones que hasta ayer no arrojaron resultados favorables para la parte chipriota, en cuanto a la entrega de otro crédito (unos 5 000 millones de euros), y mayores facilidades de pago.
La prensa baraja una serie de variantes de la ayuda rusa, desde un paquete de activos, control de yacimientos de gas en la isla mediterránea, hasta el establecimiento de una base militar.
En declaraciones publicadas ayer, Medvedev manifestó desconcierto ante las medidas anunciadas por la Comisión Europea, en primer lugar, las relacionadas con el impuesto a los depósitos bancarios y al futuro de las instituciones financieras de ese país, todo como condición para el rescate de 10 000 millones de euros.
Opinó que tal proceder parecería un saqueo, si se apoderan del dinero de los ahorristas y debilitará el sistema bancario chipriota, observó el jefe de Gobierno ruso.
Si ese es el objetivo de esas decisiones de la UE, son muy extrañas, y anticipó en consecuencia efectos negativos.
Para Medvedev, tales acciones golpearán seriamente al sistema financiero internacional, el cual, según recordó, se trata de oxigenar en los últimos años, recuperando la confianza desde adentro. Han sido negociaciones interminables en los foros del G-8 y del Grupo de los Veinte, en cuanto a la necesidad de restituir la confianza, como principal objetivo, y la previsibilidad del sistema, apuntó.
De otro lado, el ministro chipriota de Finanzas, Michalis Sarris, declaró ayer en Moscú que las conversaciones celebradas con la parte rusa resultaron buenas, constructivas y honestas, y continuarán este jueves en otro sitio.