La Asamblea del Pueblo (Parlamento) denunció las acciones de los gobiernos de Francia y Reino Unido, que anunciaron su intención de armar a las bandas mercenarias que luchan aquí por derrocar al gobierno.
En cartas idénticas al Presidente del Parlamento Europeo, al Presidente de la Asamblea Nacional francesa y al Presidente de la Cámara de los Comunes británica, el Legislativo condenó tales intentos que calificó de flagrante violación de las normas de la Unión Europea, de la Carta de la ONU y del Derecho Internacional.
Enfatizaron los parlamentarios que dichas disposiciones prohíben el apoyo y patrocinio del terrorismo y exhortan a todos los Estados a cooperar en su combate.
De igual forma, la Asamblea del Pueblo invitó a los destinatarios de las misivas a visitar Siria, examinar de cerca la situación sobre el terreno y entrevistar a varios yihadistas -extremistas islámicos que llaman a la Yihad o Guerra Santa-, a los cuales pretenden armar París y Londres.
Aseguró además que las autoridades han detenido a gran cantidad de esos insurgentes, «los cuales pertenecen a diferentes nacionalidades, han sido entrenados y armados en países vecinos e introducidos a territorio sirio al amparo y coordinación del Gobierno turco para establecer un Califato islámico».
Recuerda el Parlamento que muchos de esos mercenarios provienen de Europa, donde existen células yihadistas encubiertas, subrayó.
Esto se sustenta en declaraciones de funcionarios como el canciller francés Laurent Fabius, quien confirmó la presencia de más de 100 combatientes franceses en Siria, y del Ministro de Hacienda de Reino Unido, que reconoció la existencia de unos 80 británicos en similar condición, apuntó el Legislativo.
Damasco demandó en nombre del pueblo sirio, a los gobiernos que buscan entregar ayuda militar a los irregulares, dejar de atizar la crisis y no contribuir a un mayor derramamiento de sangre, mientras advirtió que tales posturas podrían convertir en víctimas a los ciudadanos europeos en un futuro no muy lejano.
Esperamos que sus respetables Consejos tomen en cuenta esta cuestión y sometan cualquier decisión en este sentido a un amplio debate por el bien de la humanidad, los intereses de los pueblos de la región y el mundo y por respeto al derecho internacional y las resoluciones de la ONU, concluyeron las misivas.