DAMASCO, mayo 26.— El opositor Ejército Libre Sirio (ELS), una banda paramilitar responsable de asesinato y secuestros de civiles, adelantó este sábado que si el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no adopta «decisiones de urgencia para proteger a los civiles» (mentira empleada por Occidente para bombardear Libia), «el plan de Annan se irá al infierno».
Con esta amenaza, el ELS, compuesto por mercenarios y desertores, hizo un llamado a Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania para realizar rápidos «ataques aéreos» contra las fuerzas del gobierno Bashar Al-Assad, según un comunicado de esa banda citada por AFP.
El ELS exhorta nuevamente a la intervención extranjera luego de la masacre ocurrida en una aldea siria de El-Houleh, cerca de Homs, donde murieron al menos 92 civiles, entre ellos 32 niños. Esta banda paramilitar acusó al Gobierno sirio de estos asesinatos, como parte de su estrategia para que las potencias aprueben una intervención militar.
Los grupos armados opositores acuden usualmente a la escalada de homicidios y actos de terrorismo antes de celebrarse cualquier sesión del Consejo de Seguridad, y en este caso coincide con la anunciada visita del enviado especial conjunto de la ONU y de la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, quien tiene previsto llegar a Damasco en la noche de este domingo
En sintonía con ello, el ministro británico de Relaciones Exteriores, William Hague, exigió «una respuesta internacional contundente» y anunció su intención de pedir una reunión de urgencia al Consejo de Seguridad «los próximos días».
Su par francés, Laurent Fabius, dijo que haría contactos de inmediato para reunir en París al denominado Grupo de países amigos de Siria, una coalición de naciones y organizaciones internacionales interesadas en derrocar al Gobierno de Bashar Al-Assad y que apoya el financiamiento de los grupos armados opositores.
Por su parte, Estados Unidos dijo estar horrorizado por la masacre de El-Houleh, responsabilizando a las autoridades sirias a pesar de que estas negaron estar involucradas y acusaron de estos crímenes a las bandas armadas opositoras que cuentan con el apoyo de Occidente y países de la región como Arabia Saudita y Qatar.