CARACAS.— La reportera Geovanina Guillén y el camarógrafo José Garboza, de Venezolana de Televisión (VTV), son las más recientes víctimas de la estrategia de agresión adoptada por el equipo de campaña de la oposición contra los profesionales de la prensa del sistema local de medios públicos.
Ya suman ocho, hasta ayer, los periodistas objeto de violencia por parte de los guardaespaldas y miembros del grupo que enrumba la errática y maltrecha campaña del aspirante de la derecha para los comicios del 7 de octubre.
El postulante de la reacción está tan mal en los pronósticos, que ningún medio de prensa nacional o internacional ha podido dejar margen a la duda en cuanto a la tendencia mayoritaria del electorado a favor del presidente Hugo Chávez.
Durante sus habituales ruedas de prensa de los martes, el Comando Carabobo, a cargo de la liza para las presidenciales del líder bolivariano, denunció nuevamente la violencia física y verbal contra los equipos de reporteros.
Jorge Rodríguez, jefe de la campaña Carabobo, informó que pese a los testimonios gráficos y pruebas de toda índole, la situación no ha sido denunciada ni por los sindicatos ni por los colegios de periodistas del país —adscriptos históricamente a la reacción.
También indicó que el tema será presentado a la Asamblea Nacional. «Denunciamos este acto por ser un hecho cobarde y violatorio de la libertad de expresión y de los derechos humanos. Es lamentable que escoltas del “majunche” (calificativo que se le da aquí al candidato ultraderechista, Henrique Capriles Radonski, y que entre otras acepciones refiere a tonto) estén golpeando a mujeres que cumplen con su trabajo y con el deber de mantener a los venezolanos informados».
El también Alcalde de Caracas señaló que «parece asombroso y repulsivo este hecho. Las agresiones en contra de los periodistas del sistema de medios públicos se han vuelto un hábito para Capriles», enfatizó.
«Esto es fascismo, fascismo en estado puro», resumió.